El día que cumplió 19 años, Lionel Messi jugó 36 minutos del trepidante partido que Argentina ganó por 2-1 a México en octavos de final del Mundial de Alemania 2006.
El entonces jovencito ingresó por Javier Saviola a seis minutos de terminar el tiempo reglamentario. Jugaba con el número 19, aún era imberbe y tenía el pelo largo, pero ya su sello era la carrera veloz y un regate endiablado con la pelota atada al pie izquierdo.
El compromiso estaba igualado 1-1 y en el minuto 92, cuando el alargue era inminente, Messi recibió el balón de Juan Román Riquelme delante del punto penalti y anotó gol.
Sin embargo, justo en el instante en que iba a celebrar, el árbitro, el suizo Massimo Busacca, invalidó el tanto por fuera de lugar de Riquelme, que era el dueño del número 10 en aquella selección Argentina que dirigía José Pekerman.
Hubo que barajar y repartir de nuevo. Con 30 minutos de juego adicionales, Argentina apeló a la frescura y el atrevimiento de Messi, que junto a Riquelme forjó una sociedad de toque y paredes a la postre clave para la victoria.
A los siete minutos del primer tiempo extra, Messi recibió el balón precisamente de su socio y se lo pasó a Juan Pablo Sorín, que venía al galope libre de marca. El lateral levantó la cabeza y se lo envió con precisión de Pitágoras a Maxi Rodríguez, quien a un lado de la media luna lo paró con el pecho y disparó un zurdazo que se convirtió en uno de los goles más espectaculares de ese Mundial.
Argentina ganó por 2-1 y avanzó a cuartos de final, estación donde enfrentó nada menos que a la anfitriona, Alemania, en un partido en el que no solo hubo alargue sino definición por penaltis tras la igualdad a un tanto.
Era el famoso día de los papelillos que le dieron al portero germano Jens Lehmann, que llevaban escritos los lugares a donde iba la pelota en los tiros de los argentinos desde el punto blanco. El guardameta atajó dos cobros, Alemania se impuso por 4-2 y se metió en semifinales.
La eliminación de Argentina dejó varios interrogantes, pero el mayor de todos fue el por qué Pekerman dejó sentado a Messi en el banco de suplentes.
Con 19 años y 6 días de edad, el astro del Barcelona se despidió de su primer Mundial, uno en el que jugó apenas 121 minutos en 3 partidos disputados, solamente estuvo de titular ante Holanda y marcó el sexto gol en el 6-0 frente a Serbia y Montenegro.
En Alemania 2006, Lionel Messi no pasó de gran promesa. EFE