¿Pero por qué somos tan masoquistas? Eso podrías pensar al darte cuenta que, cuando nos rompen el corazón escuchamos una y otra vez esa canción que, en lugar de consolarnos, nos pone aún peor. Bueno, los expertos aseguran que el cuerpo nos pide hacerlo. ¡Así como lo lees!
Ya hemos platicado de esto, y sabemos que la música es una forma de terapia sumamente efectiva, y precisamente es liberadora, nos permite expresarnos, incluso desahogarnos. De hecho, el investigador Tuomas Eerola, la música puede llevarnos a “realizar un ejercicio introspectivo que nos ayude a determinar cómo nos sentimos y, de esta forma, encontrar inconscientemente las pautas y herramientas para sobreponernos al dolor”.
De esta forma funcionan estas canciones, bueno…y en realidad en algunas personas funciona más que en otras. En la gente que es empática o más sensible, a través de una canción obviamente interpretada por alguien más…puede proyectar sus emociones y sentimientos. De hecho, “encuentran el refugio en otra historia triste, melancólica, para sobreponerse a la suya”.
Por otro lado, hace ya un par de semanas habíamos hablado que escuchar canciones tristes nos ayudaba a liberar nuestras emociones negativas. Escuchamos, lloramos y superamos el asunto. ¿Qué tal?
Recuerda, si eres una persona empática y sensible, escuchar o cantar canciones tristes e incluso desahogarte con ellas…puede ser de gran ayuda para superar alguna situación específica.
Fuente: https://bit.ly/2smDxSU