Ya se sabe que lo que comes puede afectar tu salud física, pero ¿sabías que también puede jugar un papel en la mental? Así como sientes un nudo en el estómago cuando estás nervioso, tu sistema digestivo puede influenciar tu estado de ánimo.
Los científicos se refieren a esa conexión entre el sistema digestivo y la mente como el eje cerebro-intestino. Existe un canal de comunicación entre los dos, lo que contribuye a entender por qué la dieta puede afectar el estado de ánimo y hasta prevenir enfermedades mentales.
Psiquiatría nutricional: el vínculo entre la alimentación y la salud mental
La psiquiatría nutricional es una corriente científica en crecimiento, basada en la convicción de que es posible prevenir algunas enfermedades mentales con cambios en la dieta. Si bien aún es temprano para determinar si la comida puede ser un tratamiento tan efectivo como la medicación, sí existen algunos estudios científicos que plantean que hay una conexión entre una dieta saludable y el tratamiento y la prevención de la depresión, por ejemplo.
Según los estudios, una dieta rica en nutrientes y basada en vegetales puede ser la clave para tratar la depresión. Sin embargo, una buena alimentación por sí sola es incapaz de curar una enfermedad mental y siempre debería ser parte de un tratamiento más completo, con terapia y medicación si es necesario.
El papel clave del intestino
En términos simples, si tu intestino está mal, también lo estará tu cerebro. Esto se debe a que el microbioma intestinal (es decir, las bacterias que se encuentran en el intestino) produce serotonina, dopamina y exitocina, las hormonas que nos hacen sentir placer y también algunos químicos que tienen funciones antioxidantes, esenciales para la salud mental.
«Estos antioxidantes llegan al cerebro a través del torrente sanguíneo y pueden reducir la inflamación, que se ha demostrado como un factor clave en ciertas enfermedades mentales, como la depresión y ansiedad, y en los desórdenes neurodegenerativos», explicó James Giordano, profesor de neurología y bioquímica de la Universidad Georgetown, en una entrevista con Men’s Health. También agregó que:
Disrupciones en el microbioma intestinal pueden disminuir la producción de químicos antioxidantes que reducen la inflamación y mantienen la estabilidad química en el cerebro. Estos cambios pueden contribuir a alterar las funciones neurológicas que se expresan en ciertas señales y síntomas de la ansiedad, depresión y, como sugieren nuevas investigaciones, en características específicas de la esquizofrenia e incluso autismo.
En definitiva, uno de los factores de algunas enfermedades mentales, como la depresión y la ansiedad, es un desbalance químico en el cerebro. Si el microbioma produce los químicos que mantienen la estabilidad, es posible que ayuden a mantener al margen o incluso a tratar estos problemas psiquiátricos.
Comer alimentos saludables y llevar una vida activa es importante para cuidar la salud mental. Sin embargo, si bien lo que comemos puede ayudar a sentirnos mejor, ten en cuenta que no constituye un sustituto de la ayuda profesional.