Muchos autos de Nascar que se accidentan durante las competencias, no se logran reparar, y terminan en un bosque en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Después de ofrecer sus mejores días en el óvalo, muchos de los carros de Nascar terminan siendo cortados y desechados por piezas.
JR Motorsports en Facebook mostró lo que sucede con algunas de esas ‘bestias’ sobre ruedas.
Dale Earnhardt Jr., dueño de un área boscosa en Carolina del Norte, creó su propio cementerio de autos destrozados de Nascar, en su mayoría compuesto solo por las carrocerías o cuerpos de las máquinas, indicó Jalopnik.
Desde 2005 o 2006, Dale empezó su cementerio de autos, incluso colgó un motor de unos árboles, pero después llegaron los carros de Nascar y empezó su nueva afición.