Meghan Markle ahora es un miembro de la familia real y eso significa vivir según sus reglas, lo que incluye renunciar a su comida favorita.
La exactriz, ahora la duquesa de Sussex, tiene que seguir estrictas normas dietéticas después de su boda con el príncipe Harry el mes pasado.
El mayordomo real Grant Harrold ha revelado que la familia real no come mariscos por temor a intoxicarse con alimentos.
Harrold le relato al The Express: “Es una medida muy sensata abandonar el marisco cuando se está fuera de casa en tareas públicas”.
“No queremos que un miembro de la familia real tenga una reacción grave a la intoxicación alimentaria, especialmente si está de gira por el extranjero”, agregó.
Sin duda Meghan estaba decepcionada por esta restricción en su dieta ya que ella había hablado anteriormente sobre su amor por los mariscos.
La mujer de 36 años dijo a la revista The New Potato que su “día de comida ideal” involucraría muchos mariscos.