Kailyn tiene 5 años y es una niña sana y activa. Pero cuando se levantó por la mañana el pasado seis de junio no podía moverse. Vive con sus padres en Mississipi, Estados Unidos. Su madre, Jessica Griffin, no entendía qué le podía estar pasando a su hija que caía al suelo una y otra vez cuando intentaba ponerse en pié.
La pequeña también mostraba dificultades para hablar. Al principio Jessica intentó seguir con su rutina matinal, ayudar a la niña a que se vistiera y peinarla. Fue entonces cuando vio una enorme garrapata en el cuero cabelludo de la niña.
Quitó al bicho de la cabeza de su hija y la metió en una bolsa de plástico, para después acudir a urgencias. Los médicos certificaron que la parálisis de Kailyn estaba causada por la garrapata.
De acuerdo con la Fundación Estadounidense de la Enfermedad de Lyme, las parálisis por garrapatas son causadas por las hembras que están a punto de colocar huevos. Al beber la sangre donde se encuentra, segrega una neurotoxina, lo que puede derivar en la parálisis.
Jessica ha compartido la historia de su hija para alertar a otros padres. “¡Después de un montón de análisis de sangre y una tomografía computarizada de la cabeza la han diagnosticado con una parálisis de garrapata! ¡Por favor, por el amor de Dios, revisen a sus hijos por garrapatas! ¡Es más común en niños que en adultos!”, contaba en Facebook.
La reacción de la niña fue inmediata al ataque del insecto, pero, por lo general, pueden pasar días antes de que se desarrollen síntomas. Por esa razón, es fundamental revisar a los niños. Este tipo de parálisis suelen comenzar en las piernas y pueden afectar también a la movilidad de los músculos de la cara y la lengua.
Por suerte, la recuperación de los pequeños suele ser inmediata. Jessica confirmó en Facebook que, tras un día, su hija ya andaba con normalidad.
TRADUCIDO DE YAHOO NOTICIAS