Deja de culpar a los 10 shots de tequila que bebiste cual agua, a las scorts al estilo Selección Mexicana o a la soledad de un viernes en la noche. No hay nada que justifique el haber traicionado la confianza de una persona que depositó su fe entera en una relación que parecía fuerte e inquebrantable. Sin embargo, existe un ligero halo de confianza muy al fondo si decides confesar lo ocurrido.
Razones para hacerlo, sobran: te cacharon, te obligaron o simplemente tu conciencia pesaba mucho y no podías contenerlo más. No importa cuál sea el motivo, pero si has decidido hacerlo, debes saber que eres más valiente que el resto, pero —reiteramos— esto no borra el daño que ya hiciste. Ahora se trata de mantenerte mucho más tranquilo respecto a la situación y de liberar el peso, no sin antes tomar una bocanada de aire fresco, limpiar tu sistema y exhalar para empezar tu confesión:
Paso 1:
Di la verdad sin rodeos ni alteraciones. Debes mantenerte en calma y enseguida explicar qué ocurrió. No obstante, olvídate de dar detalles, eso sólo lastimaría los sentimientos de tu pareja mucho más de lo que ya están.
Paso 2:
Si te pide nombres, situaciones y detalles que omitiste por sentido común, dáselos. Sin embargo, sé cuidadoso con la forma en que lo haces, procurando no hacer más profunda la herida. Di no al cinismo.
Recomendación: no des todos los pormenores. Si crees que es demasiado, pon un freno.
Paso 3:
Explica el motivo por el que lo hiciste. Sabemos que estás arrepentido y por ello decidiste confesar —o se te obligó— pero es momento de ser sincero con tu compañero (a) y contigo mismo. Para ello, debes tener muy presente y claro qué fue lo que te orilló a hacerlo.
Recomendación: no intentes justificarte, sólo explica.
Paso 4:
Acepta y responde las preguntas que te haga y mantente atento a cada una de sus reacciones, incluso el silencio puede ser un mensaje claro de lo que siente.
Recomendación: sé conciso y no des vueltas al asunto.
Paso 5:
Este es —quizás— el momento más importante, puesto que es cuando se define tu situación. Debes tener en mente qué hiciste y si en verdad quieres seguir con tu pareja. Es claro que la confianza se rompió y por ende no pueden creer más en ti, así que debes aceptar las consecuencias que esto traiga consigo: darse un tiempo, cortar, seguir o una pelea interminable.
Recomendación: piensen juntos en una solución y den opciones viables sobre el camino de la misma.
Paso 6:
Acepta lo que hiciste y asume tu responsabilidad. No importa si tenías alcohol en tu sistema y sucedió en una fiesta; si alguien te persuadió para hacerlo; si ya no quieres a tu pareja; si se te hizo fácil o si fue simplemente una decisión impulsiva —te guste o no— fue tu culpa. De nadie más.
Tal vez pienses que esto es un poco agresivo; no obstante, es real. El único que podía acceder a la infidelidad o rechazarla, eras tú. Así que no hay mayor responsable que tus actos. Sin embargo, todo tiene un background y es justo el que debes plantearte para entender plenamente lo que ha estado pasando en tu vida para caer en la infidelidad.
Recomendación: no intentes pedir perdón ni volverte una víctima, mantente neutral.