Un niño hondureño de solo un año compareció ante un juez de Inmigración en Arizona, Estados Unidos, tras ser separado de sus padres, quienes intentaban cruzar ilegalmente a Estados Unidos.
El menor tomaba su biberón y tenía una pelota en la mano, mientras se presentaba ante el juez.
En el momento en el que el magistrado lo vio y debía preguntarle si entendía el procedimiento confesó su incomodidad y reconoció que le avergonzaba la situación, pues no creía que un niño tan pequeño podría estar al tanto de las leyes.
“Me avergüenza hacer la pregunta, porque desconozco a quién se la explicarían, a menos que crean que un niño de 1 año puede aprender la ley de inmigración”, manifestó el juez John W. Richardson al abogado que representa al menor.
Al final, se le otorgó una orden de salida voluntaria que le permite al gobierno llevarlo a Honduras para reunirse con su familia.
Según organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes, el insólito caso se repite cada vez más por cuenta de la política de ‘tolerancia cero’ de la administración del presidente Donald Trump.
Guatemaltecos
En otra audiencia de Phoenix del viernes pasado, un niño de cinco años de Guatemala vestido con chaleco y corbata simplemente ‘levantó su mano’ cuando el juez le preguntó cuántos años tenía.
Su abogado dijo que su padre lo había llevado a Estados Unidos, y que había sido deportado hace dos semanas.
El abogado pidió que se emitiera una salida voluntaria para el niño, después de lo cual el juez preguntó: “¿Qué piensas acerca de volver a Guatemala?”
Poco después apareció una niña de siete años ante el juez Richardson.
Ella llegó a los Estados Unidos procedente Guatemala con su padre y también fueron separados.
El juez le preguntó a la niña si quería regresar a Guatemala y si temía que la lastimaran allí.
La niña, dijo que no tenía miedo de irse a casa y se le otorgó una salida voluntaria.
Con información de Univision y Daily Mail