Canadá anunció nuevas medidas para proteger las ballenas en sus aguas territoriales, especialmente, de las embarcaciones que transportan a turistas y se acercan a los cetáceos para tomar fotos.
A partir de ahora, las embarcaciones tendrán que mantenerse a 100 metros de las ballenas, aunque en el caso de algunas especies en peligro, como las orcas, la distancia tendrá que ser de 200 metros y en el de las belugas del estuario del río San Lorenzo, de 400 metros.
Las nuevas normas también estipulan que para observar otros mamíferos marinos, como delfines y marsopas, no podrá aproximarse a menos de 200 metros.
El incumplimiento puede suponer multas de entre 100 mil y 500 mil dólares canadienses (entre 77 mil y 385 mil dólares estadounidenses).
En caso de reincidencia, las multas pueden ser más elevadas e incluso la nueva normativa contempla penas de prisión.
“Nuestro Gobierno está comprometido con la protección de los océanos y los mamíferos marinos que habitan nuestros océanos”, dijo el ministro de Pesca y Océanos de Canadá, Dominic LeBlanc, en un comunicado.
Protección de las especies marinas
El año pasado después de que 17 ballenas francas murieran en el Golfo de San Lorenzo, en la costa atlántica del país el Gobierno canadiense solicitó a las embarcaciones que navegan por esas aguas, unas de las más transitadas por el transporte de mercancías, que redujesen su velocidad.
Canadá impuso un límite de 10 nudos a todas las embarcaciones de más de 20 metros de eslora, ocho nudos menos de lo habitual.
Se estima que la población de ballenas francas del Atlántico Norte es de sólo 450 ejemplares.
Canadá también ordenó este año la obligación de informar de cualquier encuentro entre embarcaciones y ballenas, y el mes pasado creó un fondo para recupera las poblaciones de ballenas orca, franca y beluga en el Pacífico y el Atlántico.
Con información de la agencia internacional de noticias EFE