Un proyecto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) busca crear por toda la capital mexicana jardines para colibríes, con el objetivo de atraer a más de estas aves y contribuir así a la polinización, dijo hoy responsable de la iniciativa, María del Coro Arizmendi.
La experta expuso su proyecto durante el simposio de polinización en áreas naturales protegidas de Iberoamérica, que comenzó hoy en la sede de la estatal la Universidad de Costa Rica (UCR), en San José.
De acuerdo con la especialista, los colibríes son de gran importancia ecológica, ya que son responsables de la reproducción sexual de muchas especies de plantas con flor. Como estas pequeñas aves van de una planta a otra, también contribuyen a polinizarlas, al igual que lo hacen las abejas.
Según Arizmendi, el propósito de este proyecto es implementar jardines de colibríes como medio de atraer a estos animales y proporcionales recurso alimenticio en una ciudad en donde se ha deteriorado su hábitat natural.
Estos jardines pueden ser utilizados también como medio de educación ambiental para señalar la importancia de la conservación de los colibríes como polinizadores y de este proceso para la conservación de la naturaleza.
El primer jardín se creó en las áreas verdes en la FES Iztacala (UNAM) en el 2014, con muy buenos resultados. Desde eso, la idea ha sido implementada también en escuelas, instituciones preescolares y un hogar de ancianos.
“Si se quiere mantener la diversidad, hay que fomentar los jardines. No se necesita ni siquiera tener un gran espacio, se puede hacer en macetas”, manifestó la creadora del proyecto.
Los colibríes en México
Ciudad de México cuenta con 17 especies de colibríes, de las 58 existentes en todo el país. Estas se encuentran principalmente en parques y zonas de cultivo, y es en el sur de la ciudad donde hay mayor diversidad.
Según registros de observaciones ciudadanas recopiladas por la plataforma A ver Aves (eBird), la especie más común en esta ciudad es la Amazilia Beryllina, seguida por la Cynanthus latirostris. Ambas acaparan el 62 por ciento de los más de 15.000 registros efectuados.
Con estos jardines, se espera además que se puedan atraer a otras especies de colibríes.