La precisión de las pruebas del detector de mentiras se ha debatido y se ha especulado durante mucho tiempo.
Un gran defecto es el hecho de que una persona honesta puede estar nerviosa, y una persona deshonesta puede no estar ansiosa.
Dicho esto, aunque no es un tanto por ciento infalible, el consenso parece ser que las pruebas del detector de mentiras tienen fallas.
Doug Williams se unió a la fuerza policial en Oklahoma en 1972 y como parte de su entrenamiento, en realidad fue a la escuela de polígrafo.
Más tarde se convirtió en un experto certificado en pruebas de detector de mentiras, según el portal “Mamamia”.
Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, comenzó a cansarse del proceso y comenzó a preguntarse qué tan efectivas eran las pruebas.
“Empecé a tener dudas en las pruebas después de un tiempo, sabía que podía controlar mi respiración, pero no sabía con certeza cómo controlar el ejercicio cardiovascular y la presión arterial”, dijo en el programa This American Life.
“No fue hasta que entró mi amigo y comenzó a hablar sobre el factor de fruncimiento y endurecimiento del músculo del esfínter anal cuando estaba bajo estrés”, reveló.
Y resulta que el truco para engañar a la máquina del polígrafo es: “Después de que él se fue, me enganché a la prueba del polígrafo … y apreté el músculo del esfínter anal como si estuviera tratando de detener mis movimientos intestinales y bajo y he aquí que era el aumento cardiaco más gigantesco, maravilloso y natural, acompañando un aumento de RSG “.
Luego de que Williams compartió esta información con el mundo, su franqueza lo llevó a juicio por obstrucción a la justicia y fraude postal.
