Un rinoceronte y una jirafa murieron en los últimos diez días en el exzoológico de Buenos Aires por causas que aún están bajo investigación, informó la alcaldía de la ciudad, que en 2016 impulsó la reconversión del paseo en un Ecoparque.
La jirafa Shaki, nacida en 2000 en el zoológico porteño, murió el martes tras presentar “signos de cólicos por lo que fue asistida inmediatamente por personal veterinario”, precisó el Ministerio de Ambiente y Espacio Público del cual depende el Ecoparque.
“A pesar del tratamiento instaurado con inmediatez, la evolución fue desfavorable y la jirafa falleció a causa de una descompensación generalizada”, indicó el parte.
La muerte de la jirafa se suma a la de una rinoceronte blanca de 24 años, Ruth, ocurrida hace diez días, sin que aún se conozcan las causas. Iba a ser trasladada junto con un ejemplar macho a un santuario de África.
“En el caso de Shaki el diagnóstico presuntivo fue cólicos, se le hizo terapia de sostén pero no remitió el cuadro y falleció”, explicó la veterinaria del Ecoparque Ivana Iaquinta.
La especialista indicó que, si bien no están los resultados definitivos, la autopsia posterior reveló “una úlcera perforante en uno de sus cuatro estómagos lo que provocó una peritonitis aguda. No había nada para hacer”.
El Ecoparque “alberga 842 animales que están bajo la vigilancia de diez veterinarios, 43 cuidadores y siete especialistas de nutrición”, indicó Iaquinta.
Muchos de los ejemplares serán trasladados a santuarios, reservas o a otros zoológicos según el plan de reconversión.
“El domingo último fueron trasladados dos osos que ya están en un santuario de Colorado, en Estados Unidos”, señaló la veterinaria.
Otros ejemplares como ciervos, lagartos, guacamayos y lechuzones orejudos ya encontraron nuevos destinos. El proyecto contempla que al final del proceso el Ecoparque albergue solo a 300 ejemplares.
El exzoológico porteño ha sido objeto de numerosas denuncias de protectores de animales por las condiciones de alojamiento de los ejemplares y las sucesivas muertes que se produjeron.
La más emblemática fue la de un oso polar que falleció en 2012 en medio de una jornada extenuante de calor del verano austral.
En octubre de 2015 una cría de jirafa murió a poco de nacer y reavivó las voces que pedían el cierre del zoológico.
En 2016 la alcaldía impulsó el proyecto para readecuar el espacio, trasladar a la mayoría de los grandes ejemplares a otros zoológicos o santuarios del mundo y reconvertir el zoo en un Ecoparque con animales autóctonos o rescatados del tráfico ilegal.
El Ecoparque comprende unas 18 hectáreas en el barrio de Palermo, una de las zonas más exclusivas de la capital argentina.