cuando escuchas canciones y no las interpretas o les pones suficiente atención
El Apagón es una famosa canción de la cantante mexicana Yuri. Todos la hemos cantado felizmente. Es un clásico en las bodas y en las fiestas de nuestras tías, pero jamás imaginamos lo que esconde esta “inocente” canción.
Sobre todo porque su terrible mensaje viene explícito en la letra. ¡¿Por qué no nos habíamos dado cuenta?!
Iba sola por la calle
Cuando vino de pronto un apagón
Vale más que yo me calle
La aventura que a mí me sucedió
Me tomaron por el talle
Me llevaron al cubo de un Zaguán
Y en aquella oscura calle
Ay, que me sucedió.
Con el apagón, qué cosas suceden
Qué cosas suceden, con el apagón
Con el apagón, qué cosas suceden
Qué cosas suceden, con el apagón
La canción describe cómo una mujer iba sola por una calle oscura, alguien la sujeta contra su voluntad y la arrincona en un zaguán para abusar de ella.
Continúa:
Me quedé muy quietecita
En aquella terrible oscuridad
Y una mano, ay ligerita
Me palpó con confianza y libertad
Si el peligro estaba arriba
Acá abajo la cosa andaba peor
Fue tan fuerte la ofensiva
¡Ay!… Qué me sucedió
¡Fue abusada (según el Código Penal, es abuso sexual cualquier tocamiento, manoseo corporal y obsceno sin consentimiento) en la oscuridad! Inmóvil, literalmente fue manoseada “arriba” y “abajo”.
Y esto se pone cada vez peor:
Y sin ver al enemigo
En aquella terrible oscuridad
Me quitaron el abrigo,
El sombrero y qué barbaridad
Yo pensaba en el castigo
Que a aquel fresco enseguida le iba a dar
Cuando encendieron las luces
¡Ay! Era mi papá
La canción no sólo se trata de una mujer contando cómo fue desvestida y abusada sexualmente, sino que además el atacante era nada más y nada menos que su propio padre, quien aparentemente estaba en busca de una víctima aleatoria.
Lo peor es que hemos cantado una y otra vez esta terrible canción con una clara apología a la violación, una melodía que la normaliza, que narra el acto como si se tratara de un accidente: “ups, un apagón, y además era mi papá, ay, ya ni modo”.
Aunque para muchos sea “una canción y ya”, la verdad es que a través de la música, que es parte de la cultura, normalizamos la violencia de género.
“El Apagón” vendió medio millón de copias a los tres meses de haber salido al mercado y llevó a Yuri a posicionarse en el mercado musical latinoamericano y estadounidense.