Dicen que quien puede hacerle el nudo al palito de una cereza con la lengua es un excelente besador y aunque hasta cierto punto esa teoría tiene algo de lógica; lo cierto es que eso no es lo único que determina tu destreza con los labios. Existen diferentes factores que determinan a un buen besador; desde algo tan básico como limpiarse la boca —que de hecho debería ser un requisito para la vida y no sólo para besar—, hasta la manera en que mueven todo el cuerpo son elementos que pueden conquistar a una persona.
Es posible que alguien te haya dicho que sólo unos pocos privilegiados tienen la posibilidad de ser unos buenos besadores. Sin embargo no hay más mentira que esa; en realidad cualquiera puede convertirse en un experto de los besos. Lo único que hace falta es tener mucha seguridad en uno mismo y conocer al menos un poco su cuerpo, para saber exactamente qué zonas estimular y cuáles es mejor dejar para otra ocasión.
Para resumir un poco todo ese proceso de autoconocimiento, puedes seguir estos consejos que te ayudarán a convertirte en el mejor besador que alguien haya conocido:
Si es tu primer beso con una persona especial, por favor evita que tu boca abarque una buena parte de su rostro. Lo mejor en estos casos es dar besos cortos e interrumpidos. En pocas palabras, no intentes comértela.
Es cierto que la idea de cargar todo el tiempo un humectante a menudo es un asunto realmente complicado. Sin embargo, no hay razón para llevar unos labios igual de ásperos que una lija. En las farmacias hay shape sticks pequeños y bastante baratos.
Por lo que más quieras en la vida, por favor, no hagas ruidos mientras besas. Sabemos que es imposible que el aire entre a tu boca mientras besas, no obstante, hay formas de evitar que éste ayude a que se produzcan ruidos molestos. Es por ello que se recomiendan los besos interrumpidos.
Tu boca no va a hacer todo el trabajo, así que intenta mover tu cuerpo al ritmo de los besos; ya sean tus manos o cualquier otra parte de tu cuerpo. Si lo haces bien, esos besos pueden convertirse en algo más.
Juega con sus labios, si crees que besarle con pasión es muy precipitado; acaríciale con los tuyos o incluso con la punta de tu lengua para estimularla. Por cierto, esto es un paso del Kama-Sutra, así que puedes sentir completa seguridad de que es algo que de verdad funciona.
Cuando buscas tener una relación con una persona no puedes ir dándole besos en la nariz. Cuando esto ocurre, a menudo se confunde con una señal de que lo que en realidad buscas es una amistad duradera, así que si no quieres mandar mensajes confusos, mejor aléjate de esa nariz.
Intenta controlar tu salivación. Hay quienes tienden a salivar más de la cuenta y permiten que la saliva de su boca fluya hasta la de la otra persona, lo que de hecho puede resultar verdaderamente asqueroso. Hay varios trucos a los que estas personas pueden recurrir para tragar saliva mientras besan.
Si quieres un guiño un poco atrevido sin llegar a lo doloroso, puedes apretar su labio inferior con los tuyos. Como si le estuvieses mordiendo el labio, pero sin peligro de hacer sangrar su boca.
No se trata sólo de besar por besar, ni mucho menos de poner tus labios sobre los de la otra persona esperando a que “la magia” ocurra por sí sola. Quizá la idea de seguir todos estos pasos con una sola persona puede ser absurda; aunque dejar pasar la oportunidad y hacerlo todo sin poner un mínimo interés en la satisfacción del otro; además de absurdo, eso puede resultar fatal.