Es imposible detener el tiempo para no envejecer, pero lo que sí está en nuestras manos es proteger las partes del cuerpo que nos suman años para mantenernos bellas y radiantes ¡a cualquier edad. Aquí conocerás cuales son y así las puedes cuidar más:
Manos
Esta área siempre está expuesta al sol, a la contaminación, a los cambios de temperatura y a sustancias químicas, por lo que se vuelve vulnerable y muestra los signos del envejecimiento como arrugas, resequedad y manchas.
Para evitar que tus manos luzcan como las de una persona con más años, es indispensable que las hidrates, apliques protector solar y, al utilizar productos con químicos, las protejas con guantes.
Cuello
Al igual que la cara, la piel del cuello es muy fina y tiende a perder elasticidad y arrugarse fácilmente. Lo mejor que puedes hacer es cuidarla a temprana edad pero, ¿cómo lograrlo? Muy fácil, todos los productos que ocupes en el rostro llévalos hasta el cuello. Sí, desde el sérum, hasta el protector solar.
Rodillas
Así es, esta es otra de las partes del cuerpo que revelan tu edad son las rodillas. Con el paso de los años, la capa que las protege pierde flexibilidad y se vuelve flácida, tanto que se forman cúmulos de grasa como los de la celulitis.
Si quieres tener unas rodillas jóvenes y tonificadas, el secreto está en hacer ejercicios como sentadillas y desplantes, sin olvidarte de aplicar una crema densa que conserve la hidratación ideal de esta área.
Pecho
Probablemente a los 20´s el cuidado del pecho no te parezca importante, sin embargo, la está expuesta al sol e inevitablemente surgen líneas e hiperpigmentación.
Y no sólo eso, si tu tez es muy sensible a la radiación, se pueden producir daños más profundos como el cáncer cutáneo. Para reducir este riesgo, pon un hidratante y masajea la zona una vez a la semana, además de aplicar fotoprotector todos los días, aún estando en interiores.
Pies
Es el área que más olvidamos porque casi siempre está oculta pero, ¡los pies nos sostienen y soportan nuestro peso sobre los tacones! Y entonces, es donde más surgen durezas, arrugas, callosidades y una apariencia marcada de las venas.
Incluye una visita al pedicure o hagas una exfoliación y humectación profunda en casa para repararlos por completo.