Las probabilidades de ser alcanzado por un rayo en un año determinado son de aproximadamente 1 en 300,000.
Aproximadamente el 90% de los afectados sobreviven, pero la descarga eléctrica provoca cicatrices en algunos de ellos con una marca de tatuaje, conocida como la figura de Lichtenberg. En algunos casos esto desaparece, pero de lo contrario se queda de por vida.
El impacto de un rayo puede provocar un paro cardíaco, convulsiones, lesión cerebral, daño a la médula espinal y amnesia.
Así lucen algunos casos: