Bueno, las cosas son peores en aquellos lugares en los que utilizan las fotomultas, pues las notificaciones se hacen llegar hasta el domicilio y en muchos de los casos, los infractores desconocen sobre la falta que han cometido.
En este caso particular, Carlos Caro, que reside en Medellín, Colombia, pasó por una mala experiencia al recibir una notificación por una falta vial que cometió; el problema fue que su infracción ocurrió hace más de 3 años.
Sucede que el oficial que tenía que notificarle al momento, simplemente no lo hizo, así que él, en venganza, optó por liquidar su deuda, pero de una forma que le arruinaría el día a los cajeros de las oficinas de tránsito.
El problema que expone el “afectado”, es que, de haber sabido desde el comienzo de la existencia de la multa, la habría pagado al instante para así haber sido beneficiado con la bonificación de más del 50% por pronto pago. Ahora tiene que pagar recargos e intereses, además que recibió amenazas de embargo.
Esto es parte de lo que dice Carlos en su video:
Resulta que el Tránsito nunca tuvo tiempo para notificarme, pero ahora si ha tenido tiempo para amenazarme, llamarme, escribirme, diciéndome que me van a embargar.
Fueron 540 mil pesos colombianos (177 dólares) lo que le pidieron para liquidar su falta, por lo que acudió gustoso a realizar su pago, solo que lo hizo con 10,800 monedas.