Cristiano Ronaldo dejó plantado a todos. Primero a la UEFA, después a los aficionados y para terminar a los que han sido sus compañeros en el Real Madrid y con los que tantos éxitos ha logrado. El portugués no se presentó en la gala de Mónaco y no lo hizo cuando tenía sitio reservado. Incluso su fotógrafo, el que le acompaña en todos los momentos importantes de su vida, había acudido a la capital del Principado, con el único objetivo de plasmar a CR7 levantar un premio, el de mejor jugador, que ha ido a parar a Luka Modric.
Sin explicación oficial por su ausencia (figuraba en la relación de asistentes que dio la UEFA), los premios al mejor gol y al mejor delantero sí que fueron suyos, pero ante su ausencia no fueron entregados. La única explicación la dio Marotta, director general de la Juventus, después de la gala. “Ha sido una decisión personal de Cristiano”, señaló. Tampoco fue a la gala Leo Messi, pero el argentino no tenía que estar porque UEFA sólo invitó a los tres finalistas a mejor jugador y a los ganadores en cada puesto.
La ausencia de Ronaldo privó a todos del reencuentro con Florentino Pérez, que como tal y confesó antes de la gala, esperaba el momento para abrazar al portugués.