AFP. “Uruguayo como el mate” es un dicho popular en el país sudamericano que se convirtió en pionero en la regulación del mercado del cannabis, y que ahora apuesta a incorporar derivados de esa planta en productos tan típicos como la yerba mate.
La noticia dio la vuelta al mundo: en Uruguay se comercializaría yerba mate con cannabis. La infusión que beben estrellas del fútbol celeste como Luis Suárez o Diego Godín, el argentino Lio Messi o el francés Antoine Griezmann, tiene una nueva variante que es producto de años de investigación.
La iniciativa marca un rumbo comercial que podría derivar en muchos productos con cannabis provenientes de Uruguay, al amparo de la ley que en 2013 determinó que la producción y consumo de marihuana ya no sería un tabú sino un asunto regulado.
Genética propia
En los invernáculos de Bcbd Medicinal, ubicados en Rincón de Pando, unos 45 km al este de Montevideo, los plantines -plantas pequeñas- de marihuana crecen por doquier bajo techo y atmósfera controlada para evitar el duro invierno austral.
Fueron años de trabajo para esta firma hasta lograr el objetivo principal: una alta producción de biomasa (materia verde) con alto contenido de CBD o cannabinol, el componente medicinal o terapéutico de la marihuana.
También requirió trabajo lograr que el primer producto en salir al mercado, la yerba mate con cannabis, tuviera un sabor adecuado al paladar acostumbrado de los uruguayos.
Esta yerba “da serenidad. Las yerbas tradicionales tienen mateína y cafeína. El CBD tiene un factor relajante”, explica a la AFP Rodrigo Puente, gerente general de la empresa, mate en mano. “Se apunta a un sabor (determinado) y a una sensación de bienestar”, asegura.
Para el encargado de los cultivos, Alfonso Vilardo, la yerba con cannabis es “la mejor manera de acercarse al pueblo uruguayo”, que ostenta el récord mundial de consumo de esta planta molida, en una infusión que se bebe hirviendo -y si es posible más caliente- con una bombilla desde una calabaza o “mate”.
Mientras recorre los sitios de plantación con la AFP, Vilardo cuenta que espera que se produzca una “adaptación” de los uruguayos “a consumir productos del cannabis”. Es “integrar el cannabis en la cultura” local, abunda.
En Uruguay es posible acceder a marihuana de uso recreativo cultivando la planta en casa, en clubes o comprando la droga en farmacias. Pero la yerba con cannabis es el primer producto que incorpora la planta del cáñamo a su composición y no tiene el efecto psicoactivo de la marihuana cultivada con ese fin.
Mercado en desarrollo
La firma, que estuvo tres años trabajando antes de tener lista la yerba compuesta y las licencias requeridas por las autoridades uruguayas, produce el cannabis para un yerbatero, que es quien comercializa el producto. Paradójicamente, Uruguay no produce yerba: la importa.
Los pedidos de esta mezcla sui generis desde el exterior -Israel, España o Alemania- comienzan a llegar, en medio de un verdadero furor por esta bebida de sabor amargo típica del Río de la Plata, el sur de Brasil y Paraguay.
“El secreto está en el balance entre el tipo de yerba y la cantidad de CBD”, explica Puente, quien aclaró desde el vamos que parte del proceso para obtener el cannabis que se incorpora a la yerba no puede develarse porque es la clave del negocio. En total, 2% del volumen de un paquete de yerba con cannabis proviene del cáñamo.
BCBD Medicinal desarrolló otros 30 productos que incorporan cannabis a su composición, y espera producir suficiente volumen de CBD como para convertirse en un proveedor del mercado medicinal.
En Uruguay existen casi 27.000 personas registradas para comprar marihuana con efecto psicoactivo en farmacias desde julio de 2017; hay casi 7.000 cultivadores y más de 100 clubes de cultivo cooperativo registrados después que se aprobó la ley en 2013.
Por eso la salida al mercado de productos que incorporan la planta con otros fines que el recreativo, es un paso más en la consolidación de la reglamentación y de una industria incipiente.
En total, 30 personas trabajan de forma estable en las instalaciones de BCBD Medicinal, pero llegan a ser 130 durante la cosecha. Unas 20.000 plantas en estadio inicial de desarrollo, además de las “madres” producto de un proceso de selección, colman las estructuras prolijamente aireadas.
“Es una oportunidad de (lograr) un producto con alto valor agregado e incorporación de tecnología”.
“Uruguay hizo punta con la legislación, regulando algo que era tabú (…) Y sacar un producto que además nos representa (como la yerba mate), hace honor a esa industria”, resume Puente.