Con información de la agencia AFP
Las banderas ondean a media asta en Estados Unidos y Reino Unido el sábado en honor a George H.W. Bush, presidente 41º de Estados Unidos, quien falleció la víspera a los 94 años.
Tras el anuncio de su muerte, se multiplicaron los homenajes a este héroe de guerra condecorado y antiguo director de la CIA, que vio como su hijo George seguía sus pasos y llegaba a la Casa Blanca.
Una vocera del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien asiste en Buenos Aires a la cumbre de líderes del G20, señaló que “un funeral de Estado se está preparando con todos los honores” y que “el presidente declarará el miércoles 5 de diciembre día de duelo nacional”.
Trump y la primera dama Melania asistirán al funeral en la Catedral Nacional de Washington DC, lo que resulta especialmente significativo luego de lo sucedido en el funeral del exsenador republicano John McCain, quien pidió específicamente al ocupante del salón oval que no asistiera.
Debilitado por la enfermedad de Parkinson, George H. W. Bush, se había estado moviendo por años en una silla de ruedas, sin dejar de lado una amplia sonrisa y sus calcetines multicolores. Una de sus últimas apariciones en vivo fue en el funeral de su esposa Barbara, hace siete meses. La pareja estuvo casada durante 73 años y tuvo cinco hijos y 17 nietos.
“A Jeb, Neil, Marvin, Doro y a mí nos entristece anunciar que tras 94 extraordinarios años, nuestro querido padre ha fallecido”, dijo su hijo, el también expresidente George W. Bush, en un comunicado difundido en Twitter por un portavoz de la familia.
“George H.W. Bush fue un hombre de gran carácter y el mejor padre que un hijo o una hija podría pedir”, añadió. La familia precisó que falleció en Houston, Texas.
Las ceremonias de Estado, reservadas para expresidentes se realizarán en Houston, luego en Washington, en el Capitolio y la Catedral Nacional, así como también en la ciudad de College Station en Texas, donde está localizada la Biblioteca y Museo Presidencial George H.W Bush.
– “Un verdadero socio” –
Trump destacó el “liderazgo inquebrantable” de Bush, quien quedará en los anales de la historia por haber decidido la participación de Estados Unidos en la liberación de Kuwait, tras la invasión de este país por las tropas del dirigente iraquí Sadam Husein.
“Con su esencial autenticidad, agudo ingenio, y compromiso inquebrantable con la fe, la familia y el país, el presidente Bush inspiró a generaciones de compatriotas estadounidenses hacia el servicio público”, afirmó en un comunicado.
“Estados Unidos perdió a un patriota y a un humilde servidor“, aseguró por su parte Barack Obama, destacando que sus acciones permitieron “reducir el flagelo de las armas nucleares y formar una amplia coalición internacional para expulsar a un dictador de Kuwait” y contribuir “a poner fin a la Guerra Fría sin un solo disparo”.
Por su parte, el último líder de la extinta Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, lo calificó de “un verdadero socio” en “momentos determinantes que exigían una enorme responsabilidad a cada uno”.
Del lado europeo, el presidente francés Emmanuel Macron destacó “su respaldo sin desmayo a la alianza con Europa” y la primera ministra británica Theresa May lo recordó como “un ejemplo para todos nosotros”.
– “El nuevo orden mundial” –
Bush nació el 12 de junio de 1924 en Milton, Massachusetts, en el seno de una rica dinastía política de Nueva Inglaterra. Pero dejó de lado su inevitable trayectoria política para alistarse en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras pasar brevemente por la industria del petróleo, entró en el mundo de la política en las filas del Partido Republicano y en 1966 fue elegido a la Cámara de Representantes por Texas.
Su carrera se propulsó al ser nombrado director de la CIA, y más tarde fue vicepresidente de Ronald Reagan durante ocho años.
Al aceptar la nominación del Partido Republicano a presidente en 1988, Bush defendió una “nación más amable”.
En materia de política internacional, declaró un “nuevo orden mundial” y consiguió expulsar a Sadam Husein de Kuwait en una guerra de unas semanas en 1990, liderando una coalición de 32 países.
En 1992, Bush fracasó en su intento de reelección ante el demócrata Bill Clinton, y sufrió la ignominia de ser un mandatario de un solo periodo.
“Estoy profundamente agradecido por cada minuto que pasé con el presidente Bush y siempre recordaré nuestra amistad como uno de los mejores regalos de mi vida”, dijo Clinton en un comunicado.
Tras retirarse de la vida pública, Bush se centró en temas filantrópicos. Se unió a Clinton para recaudar fondos para las víctimas del tsunami asiático de 2004 y el terremoto de Haití de 2010.
En 2017, se sumó también a Clinton, Jimmy Carter, Obama y su hijo George para conseguir financiación tras el paso de un huracán en Texas.
En 2011, Obama lo condecoró con la Medalla Presidencial de la Libertad, considerado el más alto reconocimiento civil en Estados Unidos.