Como mujeres, desde pequeñas nos han inculcado que lo correcto es casarnos y que nuestro futuro esposo debe ponernos un anillo como símbolo de nuestro compromiso. Este comportamiento lo hemos aprendido desde casa, en las películas de princesas y en los cuentos de hadas. Y sí, con el paso de los años recibir un anillo brillante es el gran sueños de muchas mujeres a pesar de considerarse fuertes e independientes. Pero ¿cómo saber si el famoso anillo de compromiso no es una muestra de machismo?
La periodista colombiana, Matilde Sascuín, puso en discusión el tema sobre el anillo de compromiso después de publicar su polémica columna “Sin pelos en la lengua”, en la que asegura que el hecho de recibir el anillo nos convierte en objetos de la otra persona.
Para Sascuín el significado de llevar un anillo de compromiso va en contra del feminismo y en contra de ser mujer. La periodista considera que el anillo es un símbolo de una cantidad de cosas que son completamente contrarias a la idea de la mujer independiente y autónoma capaz de resolver su propia vida; por lo que Matilde asegura que es una manera de pertenecer a alguien más que no eres tú.
Matilde también asegura que el anillo de compromiso, más allá de simbolizar la unión o el amor, es una forma sacar a la luz la solvencia económica de la persona encargada de dar el anillo. Esto debido a que, mientras más grande y brilloso sea el diamante del anillo, más valor se le da a la mujer que lo lleva. Para Matilde este hecho le parece sumamente grave porque para ella significa darle un valor en pesos a una mujer, y el valor de una mujer va más allá de lo económico.
La periodista asegura que por décadas se nos ha enseñado a las mujeres que debemos ver el matrimonio con el único objetivo o salvación de conseguir a un hombre que tenga el dinero suficiente para comprarnos el mejor diamante, ponerlo en nuestro dedo y demostrarle al mundo que le pertenecemos.
Estas afirmaciones y conclusiones podrían parecer de una mujer a la que nunca le dieron un anillo de compromiso, pero la verdad es que Matilde Sascuín estuvo casada dos veces y nunca quiso que le dieran ese objeto. Sus exparejas estuvieron de acuerdo, ya que hubo una conversación previa a su compromiso; fue una decisión mutua por ambas partes y compartían su punto de vista.
Aunque estas afirmaciones suenen muy lógicas, todas las mujeres somos libres de decidir lo que queremos. Por lo que, si te consideras una mujer fuerte e independiente pero sueñas con que el amor de tu vida te dé un anillo de compromiso como muestra de su unión, no está mal. Lo único que define nuestra fortaleza femenina es nuestra manera de ser, de pensar y de actuar, no solamente un anillo.