Es bien sabido que los nuggets de pollo en realidad son una combinación de todos los restos de pollo que nadie comería en su sano juicio si no tuvieran forma de nugget. Sin embargo, nadie debería ver que es realmente lo que se está comiendo…
Sarah Palmer es el nombre de la chava que tuvo un desafortunado momento en un restaurante de comida rápida al encontrar un pedazo de “cerebro” en su nugget.
Esto ocurrió en Sidney, Australia y después de este asqueroso momento, Sarah quiso comentarles en redes sociales lo sucedido:
“Hola, soy un fanático de su cómida, no me malinterpretes. Me encantan los nuggets pero hoy, al comprar lo que había esperado que fuera un buen pollo para chuparse los dedos y me horrorizó encontrar lo que parece ser… cerebro”.
Pero para la empresa no fue suficiente y de hecho la corrigieron de un grave error… no eran cerebros, eran riñones.
“Hola Sarah, gracias por el mensaje. Creo que esto es más probable que sea un pedazo de riñón y no un cerebro”, respondió el restaurante.
Como si eso lo hiciera ser menos asqueroso. Así se ve el cerebro-riñón.