Dejarse los lentes de contacto puestos 24 horas, 07 días a la semana no es una buena idea, porque te pueden generar alguna molestia. Estas son algunas de las razones por lo cual no debes hacerlo:
- Es incómodo. La mayoría comentan sentir el lente de contacto pegado al ojo por las mañanas, lo cual dificulta su visión y genera molestias a lo largo del día. Esto sucede porque la lágrima no puede lubricar la córnea adecuadamente sin el parpadeo constante, el lente figura como barrera ocasionando que el ojo se seque.
- Aumenta el peligro. “Dormir con lentes de contacto es el equivalente a dormir con una bolsa plástica en la cabeza” dice la Dr. Rebecca Taylor, M.D, el resultado es que privas a tu córnea de oxígeno lo que puede ocasionar serios problemas en el ojos como lo es una inflamación dolorosa llamada keratitis. Además puede ocasionar la neovascularización de la córnea. Esto es que crecen vasos sanguíneos en este lente haciendo que pierda su transparencia habitual por lo que disminuirá tu visión.
- Resulta asqueroso. Al terminar el día o pasadas unas 10 a 12 horas, el lente de contacto está sucio debido a la contaminación del ambiente, el maquillaje y a diversas partículas que puedan haber entrado al ojo (como polvo). Quitar el lente y limpiarlo es el equivalente a lavar tus medias después de un día de uso.
- Aumenta el riesgo de infección. Cae de su peso que al dormir con los lentes de contacto se eleva la posibilidad de pescar una infección ocular.Esto sucede cuando hay una microabrasión de la córnea por donde se filtran las bacterias. Un buen día notas una molestia en el ojo y ves un punto blanco en la córnea. Vas al médico y acto seguido tendrás que usar tus gafas por un período de 2 meses, además de colocarte antibióticos para evitar que pierdas el ojo; esto claro en el mejor de los casos.