Un anciano jubilado mató a tiros a un ladrón armado con una escopeta de dos cañones cuando trató de irrumpir en su casa rodante, una investigación que se escuchó hoy.
Quiso ahuyentarlos, pero mató a uno de ellos
Reuben Gregory, de 73 años, le disparó a Wayne Digby, de 48, cuando junto a sus cinco cómplices entraron a su vivienda para robar sus pertenencias.
La investigación reveló como el grupo entró sigilosamente, pero al toparse con el dueño de la casa uno de los ladrones recibió un disparo en el abdomen desde muy cerca.
Digby y sus cómplices iban armados con un machete, cables que se unían para formar esposas, un cóctel Molotov hecho de una pelota de tenis y un trapo empapado de gasolina para llevar a cabo el acto vandálico.
Luego de la muerte, Gregory llamó a emergencias y dijo: “Soy Reuben Gregory, estoy en Imperial Coaches. Acabo de disparar y matar a alguien. Han estado intentando entrar en mi casa y he tenido que matar a alguien”.
La hermana de Gregory, Charlotte Hunter-Smith, quien también se encontraba en el lugar, aseguró que les gritó a los delincuentes que “se fueran y nos dejaran en paz”.
La mujer de 61 años dijo más tarde a los oficiales de policía: “Podía escucharlos destrozando la puerta, así que cuando me levanté, mi hermano iba a enfrentarlos”.
“No lograron entrar todos, pero lo habrían hecho. Me da miedo pensar lo que habrían hecho”, comentó.
Ian Wade, del departamento forense de Inglaterra, escuchó que Gregory se había despertado con el sonido de hombres que intentaban destrozar la puerta mientras se reían.
Agarró su escopeta con la intención de ahuyentar a los intrusos disparando al suelo, sin saber que uno de ellos estaba directamente en su línea de fuego al otro lado de la puerta.