El presidente venezolano, Nicolás Maduro, enfrenta una dura embestida, pero sigue en pie. Sería imposible sin su principal sostén: los militares, que lo reconocen como su comandante tras la autoproclamación del opositor Juan Guaidó como mandatario interino.
Para no dejar duda de su lealtad, la Fuerza Armada señaló este jueves que Maduro es el “presidente legítimo” de Venezuela y que la juramentación de Guaidó forma parte de un “golpe de Estado” en curso.
“Se ha pretendido instaurar un gobierno paralelo de facto”, dijo el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, junto a la cúpula militar, advirtiendo que no se prestará a ello.
#EUCrisisVenezuela | Las Fuerzas Armadas de Venezuela tildan la autoproclamación de Guaidó de “golpe de Estado” en marcha. Vía: AFP pic.twitter.com/yongEAkLsP
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) January 24, 2019
“Cuando das ese tipo de pasos tienes que saber con qué apoyos cuentas, sobre todo de los militares”, dijo a AFP el politólogo Luis Salamanca.
Guaidó ofrece una amnistía a los uniformados que rompan con el líder socialista, de 56 años, a la vez que afirma que por su respaldo a Maduro -a quien tilda de “usurpador”- la cúpula militar es ilegítima.
– Vasto poder –
Maduro, que emprendió el 10 de enero un segundo mandato desconocido por gran parte de la comunidad internacional, ha retribuido a los militares con vasto poder.
La cuota castrense en el Ejecutivo fue de 25% en tiempos del fallecido líder y teniente coronel Hugo Chávez (1999-2013). Con Maduro llegó a 43,7% en 2017 y hoy se ubica en 26,4%, según la ONG Control Ciudadano.
De 32 ministros, nueve son militares y dirigen carteras como Defensa, Interior, Agricultura y Alimentación, además de la petrolera PDVSA -que aporta 96% de los ingresos del país- y el servicio de inteligencia.
“Los ministerios ya no representan fuentes de riqueza como antes. Los militares prefieren manejar” la importación y venta de alimentos subsidiados, señaló a AFP Rocío San Miguel, presidenta de Control Ciudadano, sobre la merma en el gabinete.
Una televisora, un banco, una ensambladora de vehículos, una constructora y una compañía minera, petrolífera y gasífera refuerzan la influencia militar, que según analistas creció a medida que Maduro se hacía más impopular.
No en vano el mandatario considera a la Fuerza Armada la “columna vertebral” del país, que pasó de ser uno de los más prósperos de América Latina a padecer la peor crisis económica de su historia moderna.
Venezuela tiene 365.315 efectivos y 1,6 millones de milicianos civiles.
Además del respaldo militar, Maduro cuenta con amplio control político. El Parlamento es el único poder que el oficialismo no domina, pero fue sustituido en la práctica por una Asamblea Constituyente, 100% chavista.
Según Salamanca, “Maduro se apoya en los militares, y éstos en él, para beneficiarse económicamente y evitar ser objeto de medidas judiciales posteriores a una derrota del régimen”.
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– “El diablo” en los cuarteles –
Pese al empeño por mostrar una Fuerza Armada monolítica, Padrino ha admitido que el “diablo” ronda los cuarteles.
El pasado lunes, 27 militares se sublevaron contra el gobierno tras robar armas de un destacamento y atrincherarse en un cuartel de Caracas, donde fueron detenidos.
Además, dos generales figuran entre los apresados por un presunto atentado contra el mandatario el pasado 4 de agosto, cuando dos drones cargados de explosivos estallaron cerca de una tarima donde encabezaba un acto militar.
Unos 180 efectivos fueron detenidos igualmente en 2018 acusados de conspirar, según San Miguel. Human Rights Watch denuncia torturas.
En septiembre último, The New York Times reveló que diplomáticos estadounidenses se reunieron con militares que tramaban un golpe de Estado finalmente abortado.
Posterior a ello, el presidente estadounidense, Donald Trump, dijo que si los uniformados quisieran podrían derrocar a Maduro, quien denuncia que Washington tiene listos 120 millones de dólares para “comprar” oficiales.
– Hundirse o salvar el pellejo –
En un contexto en que pocos escapan a la escasez de comida y medicinas y a la hiperinflación, unos 4.309 efectivos desertaron de la Guardia Nacional en 2018, según una lista citada por Control Ciudadano.
La ONG estima que unos 10.000 miembros de la Fuerza Armada pidieron la baja desde 2015.
Con información de la Agencia Francesa de Prensa.