La culpa siempre ha sido y será de Yoko Ono. Desde su llegada a la vida pública a nivel mundial como pareja de John Lennon en la década de los 60, la dinámica entre los miembros de The Beatles, sobre todo entre John y Paul McCartney, comenzó a cambiar de forma determinante, al grado de hacer insoportable la convivencia entre los cuatro. Esa es una de las teorías más famosas sobre el rompimiento de la banda más importante e influyente de todos los tiempos: Lennon permitió que Yoko Ono se metiera demasiado en sus asuntos musicales…
Sin embargo, parte de la realidad es que otras personas estuvieron involucradas, de forma directa o indirecta, en el rompimiento de The Beatles y una de esas fue el suegro y cuñado de McCartney, John y Lee Eastman. Y unas cartas que se encuentran a la venta por más de 550 mil dólares, lo comprueban. Estas misivas fueron escritas entre enero y abril de 1969, año en que Paul se casó con Linda Eastman (luego McCartney), Lennon con Yoko Ono, y fecha oficial en que la banda se separó antes de la salida de Let It Be.
Nota: Peter Jackson dirigirá un documental titulado Let It Be sobre el proceso del último disco de The Beatles que mostrará, de paso, la tensa relación entre los miembros de la banda.
La carta de enero tiene un valor de 225 mil dólares mientras la de abril está en 325 mil dólares. La primera está firmada por los cuatro músicos y Neil Aspinall (director de Apple Corps), y se estipula que permiten a John Eastman hacer negociaciones en nombre de la banda. “Te permitimos y autorizamos que actúes en nuestra representación en las negociaciones respecto a los contratos y propuestas hacia la banda”. Sin embargo, unos meses después, se firmó una carta en la que se cancelaba la relación profesional con los Eastman.
La carta de abril sólo fue firmada por John Lennon, George Harrison y Ringo Starr y adoptaron a Allan Klein como su manager. En ese caso, McCartney se quedó con su suegro y cuñado. “Esto es para informarte que ya no estás autorizado para actuar como representante legal de ‘The Beatles’ o cualquiera de las compañías que los Beatles controlen o sean dueños. Sabemos que estás autorizado para representar, personalmente, a Paul McCartney y en este caso, le daremos instrucciones a nuestros representantes para que cooperen en el proceso”.
Esta última carta de abril, sobre todo, es conocida como la “carta de separación”, la definitiva en el fin de la relación entre los miembros de la banda y la cual prueba que tal vez, la presencia de Yoko Ono no fue la única responsable, sino también la del suegro y cuñado de McCartney. O bien, las diferencias entre estos dos músicos, la dupla creativa de la banda, llegó al punto en que decidieron dividirse de forma interna sin importar los representantes legales. El primero en abandonar la banda, fue George Harrison justo después del famoso concierto en el rooftop de Apple Corps en Londres. El resto es historia.