Chinos a lo largo del país y en las comunidades del extranjero dieron hoy la bienvenida al Año Nuevo lunar, en el que el despreocupado y generoso cerdo, duodécimo símbolo del horóscopo, sustituye al alegre pero inconformista perro.
Durante una semana, el país más poblado del mundo se paraliza y cientos de millones de personas visitan sus lugares de procedencia para recibir el año 4717, del Cerdo de Tierra, asociado con la fertilidad y la prosperidad, y cuya imagen ya aparece en muchas señales e insignias del gigante asiático.
En Pekín prohíben fuegos artificiales
Muchas ciudades se vieron la pasada noche “bombardeadas“ por petardos y fuegos artificiales, encendidos para ahuyentar malos espíritus, aunque en grandes urbes como Pekín no pudieron escucharse porque han sido prohibidos a fin de evitar mayor contaminación y por razones de seguridad.
Con la prohibición, puesta en marcha en 2018, Pekín puso fin a doce años en los que los fuegos artificiales sí estuvieron permitidos en prácticamente todas las calles, lo que causó grandes incendios como el que en 2009 arrasó un rascacielos de la ciudad, el Hotel Mandarin Oriental.
El Año Nuevo Chino
Los chinos comenzaron el año cumpliendo tradiciones ancestrales, mezcla de superstición y costumbre, que tienen un solo fin: alejar infortunios y atraer buena suerte, prosperidad y abundancia.
Entre las prácticas figuran limpiar las casas a fondo, decorar las calles y celebrar grandes banquetes familiares durante la víspera del Año Nuevo.
Regalan sobres rojos con dinero para desear fortuna
Otro protagonista de la festividad son los “hongbao“, sobres rojos con dinero, que se entregan a familiares y amigos para desear fortuna en el año entrante.
En los últimos años, con el enorme auge que están teniendo en China los pagos a través del teléfono móvil, la moda es enviarse “hongbaos“ a través de aplicaciones como WeChat (equivalente local a WhatsApp).
Una forma de esparcir la buena suerte
Se trata, además, de una forma de esparcir la buena suerte a quien la recibe, y lo que prima es más la intención que la cantidad.
La reunión familiar en China implica que millones de personas vuelvan a sus ciudades de origen: las autoridades esperan que se produzcan casi 3.000 millones de viajes en el conocido como “Festival de la Primavera“, el período de 40 días que empezó el 21 de enero y terminará el 1 de marzo.
Con información de EFE
Edición: Sergio Méndez