Purl es un ovillo de lana que llega a una empresa donde solo hay hombres e intenta encajar por todos los medios
El mundo del cine cada vez está más unido en la lucha por la igualdad de género. En este caso ha sido Pixar el que, a través de un cortometraje de ocho minutos, ha hecho eco de la brecha entre hombres y mujeres en el ámbito laboral.
El estudio cinematográfico nos ha presentado a Purl, un ovillo de lana que representa el duro papel de una mujer cuando llega a una nueva empresa. Ella llega expectante a encajar en el ambiente de trabajo e intenta no venirse abajo cuando ve que en la oficina solo hay hombres. Sin embargo, sus ánimos se van desmoronando mientras ve que sus chistes, conversaciones y opiniones no valen nada para sus compañeros.
¿Qué opciones tiene Purl entonces? Adaptarse a la situación convirtiéndose en uno de ellos en la vestimenta, en los chistes e incluso en la forma de ser. Pero antes de contarte más mejor que veas el corto con tus propios ojos (en las opciones puedes poner subtítulos en español).
¿Una denuncia correcta contra la desigualdad de género? En Internet hay opiniones divididas
Por un lado, la mayoría de los espectadores aplauden la iniciativa de Pixar y la visibilidad que le han dado a la desigualdad de género. Nadie puede negar que una mujer se encuentra con miles de barreras a la hora de encajar en un trabajo que siempre ha sido dominado por hombres.
Sin embargo, no todo son elogios. Muchos tuiteros critican que hayan escogido a una bola de ganchillo para representar el papel de la mujer. Incluso los chistes que intenta hacer durante su primer día en la oficina son sobre la costura. Otros se quejan de que se hayan saltado partes importantes en un corto con tanto potencial: ¿Y el acoso que sufren muchas mujeres por parte de sus jefes? ¿Y si la mujer se queda embarazada?
Completo o no, está claro que Pixar ha conseguido transmitir un reflejo de las relaciones entre hombres y mujeres a través de un corto memorable. A pesar de que no haya tocado temas escabrosos, ‘Purl’ consigue hacernos ver que, dentro de la desigualdad de género, a veces es más fácil pasar al lado oscuro y formar parte de lo que antes repudiabas. Pero todo puede tener un final feliz, sobre todo en los cuentos de Disney.
