Polymaría Velásquez, Nació el 18 de octubre de 1993 y aunque le encantan todos los deportes, puso sus ojos en la mirilla del rifle en el tiro deportivo. Tiene un nombre peculiar, único y una puntería de diez. De lejos se le ve seria, pero cuando empiezas a conocerla, ves a una mujer vivaz, segura de sí misma y comprometida con lo que hace.
Participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud, Singapur 2010, donde tocó fondo… Luego de un tiempo lejos del deporte volvió con más fuerza, con más ganas y hoy por hoy es una digna representante guatemalteca del tiro deportivo femenino.
De hecho, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018, se convirtió en la primera mujer de este país en ganar una medalla de oro individual en la segunda parada del ciclo olímpico. Hoy descubrimos a la atleta Polymaría Velásquez.
¿Quién es Polymaría Velásquez?
Es una persona muy visionaria, inteligente y que siempre busca una actividad qué hacer en el día. También considero que tengo un corazón muy grande. Me gusta mucho ayudar a las personas.
¿Cuándo decidiste empezar a practicar tiro deportivo?
El culpable es mi papá (risas). Se unió a la federación y luego comenzaron mi hermano más grande y mi hermana mediana y, te soy sincera, a mí no me gustaba. Me tocaba venir a ver las competencias de ellos (suspira). Era muy tedioso; sin embargo, al final me conquistó esto y soy la única que queda de la familia que sigue entrenando. Lo curioso es que todos ellos son pistoleros y yo soy riflera, entonces me fui por el otro lado.
Y cuando llegó la oportunidad…
Probé un día pistola pero no me gustó; mi pasión tal vez llegó en una competencia que tuvieron mis hermanos en El Salvador. Yo siempre les he contado que me perdí, porque el polígono de El Salvador es bastante grande y yo era muy pequeña… Buscándolos me encontré con una competencia de rifle y yo en ese momento entré, lo recuerdo perfectamente; vi a los tiradores y estaba súper emocionada. No te imaginas. Cuando regresamos de ese viaje le dije a mi papá: ‘yo quiero empezar a tirar rifle, yo quiero estar ahí compitiendo’ y así, poco a poco, mi papá siempre me apoyó; fue muy abierto a la decisión que yo tomé. Nunca me forzó.
En ese entonces, Polymaría tenía 13 años… y así fue como su historia deportiva comenzó.
¿Recuerdas ese primer contacto con un rifle?
(Risas) Síiiii, la verdad, el rifle para la edad que yo tenía pesaba mucho. Me recuerdo que no era la expectativa que yo tenía; fue un fracaso total. Pero yo sabía que no iba a ser fácil. Estar ahí compitiendo no es fácil. Yo siempre tuve la idea de que quería tener una vida muy activa, entonces todo con trabajo duro se logra.
¿Y cómo ha sido todo ese proceso?
Creo que he avanzado mucho, (rectifica) no creo, estoy segura. Ha sido un camino muy largo, no llevo aquí poco tiempo, llevo muchos años y el progreso se ha dado porque he trabajado; sí me imaginé estar donde estoy y me imagino todavía en un lugar más alto. Poco a poco, yo sé que con el tiempo se va a dar.
Entre la práctica deportiva y el estudio, Polymaría es amante de la música, las fotografías, los libros, los viajes, bailar y la familia… aunque no necesariamente en ese orden. Durante la charla se emociona con la descripción de uno de sus libros favoritos.
“Me gusta mucho El guardián de los niños… es un libro de un psicólogo, específicamente, el cual tiene algo así como una vida secreta, entonces le toca cuidar niños en una guardería, pero resulta que esos niños son hijos de las personas que están en un manicomio, y hay un túnel que comunica un lugar con otro y… es muy interesante, no te lo voy a contar porque lo tienes que leer”, me reta. Quizá le guste mucho este libro porque, de cierta forma, tiene que ver con su carrera.
¿Qué estudias actualmente?
Estoy cerrando psicología clínica… ya voy a terminar (y su voz denota ansiedad) ¡ya queda poquito! Mi vida deportiva en algún momento va a terminar y quisiera ser una profesional.
¿Y qué es lo más apasionante de esta carrera?
Conocer la mente humana es sumamente importante, ninguna persona es igual en este planeta y me gusta comprender eso. Llegar a ser guía para otra persona que tal vez está pasando por un mal momento. Tener esa posibilidad en las manos, no cualquiera…
Polymaría es la menor de tres hermanos. Tiene una muy buena relación con su familia; una relación de apoyo total en lo que practica. Su familia la anima, la motiva, siempre está pendiente de sus competencias y siempre la va a recoger al aeropuerto cuando vuelve de una competencia.
¿De dónde viene el nombre Polymaría?
Mi papá… Mi papá se llama Policarpio, entonces quería hacer una combinación con su nombre y me puso Polymaría. M me encanta mi nombre. No me lo preguntó pero me encanta, es único. Muchas veces creen que Poly es mi apodo, pero no, es mi nombre.
¿Cómo era de niña?
¡Ayayay! Muy enojada, muuuuy enojada, creo que por eso me conocen aquí en el polígono, porque era muy enojada, soy muy enojada (risas). Pero también muy tranquila, de niña casi no molestaba, casi no jugaba tampoco… (Después de un largo silencio continúa con su descripción de sí misma). Creo que toda la vida he sido visionaria, desde pequeña sabía qué era lo que quería hacer y cuándo lo quería hacer. Entonces, creo que esas son las características de mi niñez.
¿Ha cambiado algo ahora?
Ya no soy tan enojada, eso es importante. El deporte me ha cambiado mucho… hablo más, esto que está pasando aquí (se refiere a la entrevista) no hubiera pasado hace muchos años, me he abierto más a las personas, a conocerlas. A veces uno juzga a las personas y uno no sabe la historia detrás de ellas, entonces creo que sí me he abierto más a las personas y se me ha ablandado más el corazón, soy solidaria, me encanta ayudar, tanto a personas como animales.
¿Qué te inspira?
Mi país; me encanta mi país. Yo todos los días me levanto queriendo ser una mejor persona para esta sociedad. Sé que tal vez pasamos por cosas muy malas y a veces me gusta darle una buena noticia a mi país, creo que eso es lo que mayor satisfacción me da, que al final no soy solo yo, es todo un país el que está detrás de esto, estoy representando una bandera.
Para una persona tan activa en las redes sociales, esta pregunta era obligatoria. ¿Cómo se puede aprovechar la era de las redes sociales?
A mí me encantan las redes sociales, para serte honesta. Considero que es una buena herramienta si se sabe utilizar. Por ejemplo, mi familia se enteró de mi medalla por redes sociales, porque yo en ese momento no tenía mi teléfono o algún medio para comunicarme con ellos, así que es algo muy positivo, algo que se debe explotar de buena manera y al final, también das a conocer al atleta, porque atletas buenos son muchos, y eso es una herramienta que nos facilita promoverlos. Solo das un clic y ya está. Considero que Comité Olímpico y CDAG lo han estado utilizando mucho y eso te motiva a decir ‘yo quiero estar ahí, dentro de esas redes sociales, quiero que me publiquen’.
En la vida ¿con qué eres perseverante?
Con mis estudios (risas). Tener una vida de deportista es a veces un poco agotador, por el hecho de que queda poco tiempo para hacer otras cosas. Es cierto que tal vez me va a tomar más tiempo que a otras personas, o tenga que utilizar el tiempo que podría tener libre en estudiar o hacer otra actividad, pero creo que soy perseverante en todo. Las cosas que uno quiere, las cosas buenas, nunca llegan fáciles, uno tiene que ser perseverante para que lleguen.
¿Cuáles son tus metas a corto plazo?
¿A nivel deportivo? poder clasificarme a Juegos Panamericanos… están las plazas, en noviembre en México las obtuvimos, pero para darle oportunidad a todos estamos compitiendo internamente para poder elegir a los que están más aptos para ir.
¿Cuál es tu máximo logro?
La medalla en Juegos Centroamericanos y del Caribe (se refiere al oro individual que obtuvo en Barranquilla 2018, donde también ganó un oro por equipos y 2 bronces). Fue parte de la historia… soy la primera mujer que gana una medalla de oro en tiro deportivo, así que creo que no hay más honor que eso, ser parte de la historia.
Hablando de logros femeninos ¿cómo ves los espacios que tienen las mujeres en el deporte?
Me encanta saber que se le da un papel más importante a las mujeres, lo he notado, creo que las mujeres también lo sentimos y creo que es importante no solo tener los espacios, si no aprovecharlos… hay que continuar. Hay todavía más trabajo por hacer y muchas mujeres por destacarse, entonces aún hace falta camino, pero es algo muy positivo en la vida. Somos mujeres orgullosas ¿o no?
¿Qué tan grande es el compromiso de ser la primera mujer que gana un oro en tiro de Juegos Centroamericanos y del Caribe?
(Suspira) Es un compromiso bueno. Imagínate tener tu nombre ahí, eso quiere decir que puedes inspirar a muchas otras personas e inspirarte a ti misma y decir: ‘ok ya lograste esto, así que puedes lograr más cosas’. Es algo que también tiene que motivar a otras mujeres porque, te soy sincera, las mujeres tiramos bastante bien. Tiramos más que los hombres y eso es algo bueno, algo para que otras personas también empiecen a destacar, porque talentos hay.
¿Cómo es la jornada de un riflero?
Las jornadas van a depender de lo que se esté buscando en ese momento y de si tenemos una competencia cerca o no tanto. Casi siempre entrenamos por las mañanas; de 8 a 12 tenemos preparación física y si estamos en una etapa competitiva muy alta, entrenamos tanto en la mañana como en la tarde.
¿Cuáles son las características que debe tener una persona que practica este deporte?
Mucha voluntad, ganas; como en todos los deportes, ser muy disciplinado, muy perseverante. Consideraría que también tranquilidad, porque es un deporte muy pacífico, ser muy constante y tener muy claras las metas que quieres lograr, tanto en el deporte como en su vida, porque yo siempre he dicho que en el deporte nunca va a ser diferente a la vida. Si uno es perseverante en su vida personal va a ser perseverante también en el deporte.
¿Es difícil mantener la concentración durante una competencia?
Sí lo es, pero para eso entrenamos tanto tiempo. En los entrenamientos la concentración es vital. Así como trabajamos en los entrenamientos vamos a trabajar en la competencia; sí se necesita mucho trabajo mental pero no es nada imposible. A veces mi competencia más larga es de tres horas, y a veces estar tanto tiempo así se vuelve agotador. Se logra, pero después de la competencia quedas agotado; al final, es una habilidad que los deportistas adquirimos con el tiempo.
¿Cómo te has adaptado a los cambios durante las competencias?
(Antes no era permitida la música durante la competencia y tampoco que el público animara). Eso es algo que también se entrena; nos ponemos a hacer bulla para acostumbrarnos; a mí me gustó mucho que cambiaran esa modalidad, siento que le da más vida al deporte. A veces escuchar una voz conocida entre el público también te anima. Al final se vuelve algo positivo si tú lo tomas como algo positivo, y a mí me gusta, y mejor si me ponen la música que me gusta.
Traje y rifle, peso y contexto
“El traje pesa y el rifle también… la posición va a depender mucho de la persona en cuanto a comodidad. Nosotros decimos comodidad, pero el rifle pesa entre 12 y 16 libras, el traje alrededor de 10 libras. Igual yo ya no lo siento pesado, pero va siendo un poco difícil, porque obviamente hay lesiones. No crean que porque es un deporte en el que no nos movemos no hay lesiones, estamos mucho tiempo en posiciones muy incómodas. No son posiciones normales, nadie está de rodillas durante más de una hora, pero te acostumbras. Creo que las posiciones son algo extrañas a la vista de otras personas pero así son… Hay tres posiciones; acostado, de rodillas y de pie”, explica.
¿Y cuál es tu especialidad?
He tenido mis etapas; he sido muy buena en aire, pero ahorita me encuentro en una mejor etapa en tres posiciones en 50 metros con munición y en esas he obtenido las últimas medallas, por el momento creo que es tres posiciones.
¿Cuál es el viaje con el que más has aprendido?
En todos. Es mentira decir que aunque te vaya mal en una competencia no aprendes, siempre se aprende, pero quizá me marcó el viaje a Singapur en Juegos Olímpicos Juveniles (Tenía 17 años). Fue una competencia muy dura para mí, no me fue muy bien y para mí fue un año muy duro; creo que lo que más aprendí en esos momentos fue a creer en mí misma, porque no iba tan fuerte y me prometí que no iba a volver a llegar a una competencia así… Tenía que llegar fuerte mentalmente, físicamente, técnicamente, entonces me obligó a entrenar más y a trabajar más el aspecto psicológico.
¿Cómo se repone un atleta de una situación así?
Creo que fue de todo un poco. Después de eso me retiré un tiempo, creí que era necesario, me di un respiro del deporte. Regresé porque no podía vivir sin eso; me encanta. Cuando tengo una semana sin entrenar llega la ansiedad de querer practicar, pero son claves muchas cosas. La familia creo que fue muy clave para que pudiera comenzar de nuevo. Yo sabía que este era un sueño grande y que había sido una mala competencia, pero ahí no se acababa este proceso… Me hablé mucho, me doy muchos ánimos. Así como puedo ser mi mejor amiga, puedo ser mi peor enemiga. Creo que nos dimos un abrazo y dijimos tenemos que continuar, queda mucho por delante y así comencé de nuevo…
¿Cuánto duró esa etapa de reflexión?
Más de un año… Fue duro. Todavía lo recuerdo y me duele, pero son cosas que pasan en el deporte, todos pasamos por buenos y malos momentos. Es mentira que un deportista se pueda mantener al cien por ciento motivado durante tantos años, pero siempre hay algo externo que te ayuda.
Palmarés y récords
Récord nacional de rifle tendido 616.1 en la clasificatoria a Panamericanos
Récord nacional en rifle 3 posiciones 1,147 (el anterior de 1,146 también es suyo; ambos del año pasado)
Una plata en Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010 por equipos
Dos platas y 1 bronce por equipos en Juegos Bolivarianos Trujillo 2013
Dos platas en Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014
Un oro y 1 plata por equipos en los Juegos Bolivarianos Santa Marta 2017
Un oro y un bronce individual, 1 oro y un bronce por equipos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018