Mike Weirsky debería estar brincando de alegría, entre champaña y mujeres, o cualquier cosa que se le ocurra, pues se ganó 273 millones de dólares en la lotería de Nueva Jersey, pero lo único que quiere es que su exesposa le de una segunda oportunidad. Increíble.
La historia bien puede dar para una película, pues Mike olvidó su billete de lotería en una tienda Quick Check, y una persona lo encontró y se lo dejó a los empleados, para que cuando Mike, de 54 años, regresara, se lo entregaran, y así sucedió.
Mike recibió el billete, que no le preocupaba tanto haber perdido, pues solo le costó 2 dólares, pero horas después supo que era el ganador y que ese par de dólares se habían multiplicado por millones.
Desde octubre del año pasado este hombre estaba desempleado y además se divorció, por lo que no la estaba pasando nada bien y de pronto llegó este golpe de suerte, con lo que se podrá relajar un poco más:
Va a cambiar todo porque estaba desempleado. Siempre quise saber cómo sería poder simplemente despertarme y poder ir a algún lugar, comprar algo. Y cuando reciba el dinero, lo haré.
Sin embargo, como dicen: no hay felicidad total, pues aunque ahora es millonario, lo único que quiere es que su expareja, Eileen Murray, regrese con él, pero a pesar de los montones de dólares que ahora tiene, ella ha manifestado que no quiere nada con él, luego de un matrimonio de 15 años:
No me atrae de repente porque tiene este dinero. No voy por nada. Tengo moral. Sé para qué he trabajado y es todo lo que tengo.
Durante la etapa de desempleo de su exmarido, ella se hizo cargo de todos los gastos de la familia, e incluso paga manutención conyugal, pero dice que ni así regresará, ni le cobrará nada, pues piensa que él “hará lo correcto”, como apoyar a la familia y donar dinero a asociaciones benéficas en pro de los animales.
Dijo que es obvio “lo que hay que hacer, moralmente”, así que Mike tendrá que compartir su riqueza, pero tampoco de esta manera la tendrá de regreso a su lado.
Pensará que estoy allí con mi mano extendida y no tengo ninguna intención de hacerlo. Realmente le deseo lo mejor… aunque sé que él no cree eso. Quiero que se rodee de buenas personas. No creo que nadie deba aprovecharse.