Ginebra – Líderes de sindicatos educativos de Estados Unidos y México se manifestaron hoy ante la sede europea de la ONU en Ginebra para denunciar bajo el lema “menos jaulas y más aulas” la detención irregular de miles de niños en la frontera entre ambos países, separados de sus padres y sin acceso a la educación.
En dicho acto, la presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros (AFT), Randi Weingarten, y el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de México, Alfonso Cepeda, recordaron que en 2018 un total de 2 mil 500 niños fueron separados de sus familias en la frontera común.
“Esos niños están creciendo en cautiverio, lejos de sus familias, sufriendo y pidiendo ayuda, por lo que la comunidad internacional tiene que ayudarlos”, señaló Weingarten.
Delitos de lesa humanidad
Estas detenciones de menores y su separación de los padres son “delitos de lesa humanidad”, declaró Cepeda, quien subrayó que esos niños “no tienen ninguna protección, no se respeta su libertad de tránsito ni su derecho a una familia, y eso es algo que nos duele a todos”.
La protesta coincide con la presencia de numerosos líderes sindicales de todo el mundo en Ginebra, debido a la celebración estos días de la conferencia anual que conmemora el centenario de la Organización Internacional de Trabajadores (OIT).
Además se organiza en la misma semana en la que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU analiza una queja oficial presentada por la AFT el pasado año para denunciar la situación de estos niños, víctimas de la política de “tolerancia cero” hacia la inmigración del presidente estadounidense, Donald Trump.
Washington le está dando la espalda
“La xenofobia es el primer punto de su política”, comentó el estadounidense David Edwards, secretario general de Education International, federación que agrupa a 401 organizaciones de maestros de todo el mundo, quien recordó la tradición de Estados Unidos como país de acogida, a la cual Washington le está dando la espalda.
En la protesta muchos asistentes portaron fotografías silueteadas de los siete niños que han muerto bajo custodia estadounidense en los últimos 12 meses, como la guatemalteca Jakelin Caal, fallecida el pasado diciembre en El Paso, Texas, por deshidratación.
Con información de agencia EFE