Si algo aprendimos de la Internet es a vivir a un ritmo acelerado; estamos acostumbrados a que prácticamente todo está en nuestras manos: comida, libros, películas e incluso sexo. Sin embargo, al menos en el último caso; si consideramos el ritmo de vida tan acelerado al que estamos acostumbrados con las ansias que tenemos de satisfacer nuestros deseos, los resultados podrían ser mucho más extraños que sensuales. Al menos eso es lo que dice Nick Ellis, jefe de contenidos de Lovehoney, una empresa dedicada a fabricar juguetes sexuales.
Para saber qué es exactamente lo que buscan sus clientes a a hora de intentar cubrir sus necesidades, Ellis realizó un análisis de 6.9 millones de búsquedas en su sito web. Nick esperaba que este análisis le permitiese desarrollar nuevos productos a partir de la demanda en el sitio; sin embargo, el hombre se encontró con cosas más interesantes de lo que esperaba.
«Había muchas cosas usuales, como “anillo de pene” y “rabbit”, y luego había cosas muy específicas como “un tapón de silicona para principiante que mi esposa puede dejar en el culo y seguir con las tareas domésticas sin riesgo de que se caiga”. También hubieron algunos términos que el equipo no estaba seguro de qué hacer».
Lo que ocurrió fue que los datos analizados por Ellis y su equipo eran las búsquedas tan cual aparecían en la página, de modo que los errores gramaticales y de dedo se mostraban sin ningún tipo de “resultados sugeridos” y fue justo así como aparecieron como lasagna de próstata que en realidad quería decir “masajeador de próstata”; dildo para discutir en lugar de dildo largo —en inglés “argue dildo” en lugar de “large dildo”— o G Spotify en lugar de “punto G”.
«Algunas de estas frases provienen de “teléfonos inteligentes que intentan ser inteligentes y defectuosos, y pequeños teclados telefónicos que hacen que escribir a máquina sea una ciencia inexacta».
Además de estas extrañas búsquedas que de repente no parecían del todo errores, sino extrañas parafilias, también resaltaron despistadas búsquedas de artículos “eróticos” como 50 shades of Greed —50 sombras de la avaricia. Además de nuestra prisa cotidiana, este tipo de errores también están ligados al autocorrector de los smartphones que a pesar de estar pensados para agilizar el proceso de escritura, algunas veces simplemente lo entorpecen y lo convierten en mensajes realmente extraños como estos.