Las autoridades de la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) dieron a conocer este viernes 15 de noviembre algunos detalles con respecto a los protocolos implementados en la cárcel Renovación I, antes conocida como “El Infiernito”, que se ubica en el departamento de Escuintla y recientemente fue remodelada.
De acuerdo con la institución, hasta ahora no han sido programadas las visitas para los 131 privados de libertad, considerados de alta peligrosidad, que fueron trasladados el pasado fin de semana al referido recinto.
Fuentes de la institución explicaron que cuando inicie la admisión de visitas de familiares, se tiene previsto que esto se haga en cumplimiento de los nuevos protocolos. En ese sentido, se indicó que únicamente se asignará una visita por reo, una vez al mes, lo cual deberá hacerse en el período de lunes a viernes.
Hasta ahora no se ha informado sobre los tiempos para la presencia de las personas externas en el recinto, ni la forma en que se harán los turnos para que cada uno de los privados de libertad tenga acceso a este tema.
Ministro de Gobernación expone situación de las cárceles del país
Uso de uniformes y otros detalles acerca de la cárcel Renovación I
El Gobierno de Guatemala confirmó que el pasado fin de semana fueron enviados 131 reos de alta peligrosidad a la cárcel Renovación I y se dispuso que los reclusos porten uniforme de color naranja. El traslado requirió de refuerzos en tierra y también vigilancia con helicópteros de las fuerzas de seguridad.
“Esta es una de las acciones de mayor alcance en la historia del Sistema Penitenciario”, aseguró el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, en una rueda de prensa el pasado lunes.
“Por primera vez en la historia del país, un Gobierno ha decidido enfrentar de lleno la crisis penitenciaria, con una visión estratégica, operacional y de respeto a los derechos humanos, sin que esto último signifique que no seamos restrictivos y contundentes”, resaltó.
Las identidades de los presos trasladados a ‘Renovación I’ no fueron divulgadas por las autoridades.
La nueva cárcel tiene capacidad para 250 reos de alta peligrosidad, quienes serán controlados con un circuito cerrado de cámaras, además de máquinas de rayos X para vigilar todo lo que ingresa a la prisión.
La renovación del nuevo reclusorio culminó el pasado 5 de noviembre con la presencia en el lugar del presidente Arévalo de León, quien advirtió que las cárceles ya no serán “centros del crimen”, ya que de acuerdo a diversos informes miles de extorsiones que se realizan mensualmente en Guatemala tienen su origen en las prisiones.