El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Cultura local, reconoció hoy al deporte-espectáculo de la Lucha Libre mexicana como una expresión de identidad de la cultura popular de la capital y una tradición en esta urbe.
El decreto por el que se declara Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México a la Lucha Libre Mexicana fue firmado este este sábado y en el se reconoce a los “conocimientos, creencias, prácticas, técnicas, sistemas de representación y transmisión” relacionados con el deporte del pancracio.
El Jefe de Gobierno de la capital, José Ramón Amieva; el Secretario de Cultura, Eduardo Vázquez, y Roberto López “El Fantasma”, luchador y presidente de la Comisión de Lucha Libre Profesional de la Ciudad de México, entre otros, firmaron el documento.
“Es un deporte y un espectáculo, pero también una representación escénica; es juego, magia, un teatro de la vida con personajes fabulosos dotados de fuerza física pero también de valores”, expresó Vázquez en conferencia de prensa.
“La lucha del bien y el mal se convierte en una metáfora de la vida; es un ritual, un oficio rudo y crudo que es también un arte de fina ejecución; es una de las expresiones de la cultura popular urbana más arraigada en nuestra ciudad y nuestro país”, añadió.
Amieva dijo que con la declaratoria, “la ciudad reconoce y adopta a la lucha libre como una gran expresión cultural que involucra a luchadores, historiadores, cronistas, réferis y a las familias que acompañan día con día a quienes han construido esta gran historia que se ha ido formando como un espectáculo cultural”.
Recordó que en las arenas de lucha libre concurren los habitantes de la ciudad, pero también personas de otros estados de México y otras partes del mundo.
“Los extranjeros reconocen la lucha libre y vienen a tomar esa parte de la cultura de la ciudad y después la llevan a sus países; esto es una representación cultural que logra despertar emociones en el público”, puntualizó.
La declaratoria se sustenta en las disposiciones internacionales aplicables en materia de patrimonio cultural intangible aprobadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En ellas se establece que el patrimonio se constituye por “los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes-, que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural”.
De esta manera, en la declaratoria se considera que, en efecto, “la Lucha Libre Mexicana es un conjunto de técnicas transmitidas de generación en generación, que para su ejercicio requiere de elementos materiales y simbólicos particulares”, y que “es un deporte-espectáculo que exige de sus protagonistas conocimiento, técnica, fortaleza física y valor simbólico”.
Además es “un producto cultural” que se expresa y recrea en la Ciudad de México, en el que se articulan elementos tangibles, tales como el gimnasio, el ring, la arena, el cuerpo humano, los personajes y su indumentaria.
Además integra “elementos intangibles”, como lo son la técnica, sus símbolos, sus signos y significados, sus costumbres, sus usos y, no menos importante, el elemento ritual en el que se constituye la arena una vez que sus escenarios y sus actores sociales se ponen en movimiento”.