Devyn Aiken creció sintiéndose insegura sobre su nariz confiesa que sufrió bullying cuando era niña. A los 14 años decidió que quería realizarse una rinoplastia y a los 18 años asistió a su primera consulta con un cirujano plástico.
Devyn ahorró durante 10 años para poder pagar la cirugía, que cuesta $11,000. La joven de 30 años —que tiene más de 61,000 seguidores en TikTok— compartió su experiencia en las redes sociales y asegura que es "la mejor decisión" que ha tomado. Su nueva nariz ha cambiado su vida.
"Yo pensaba que era una chica bonita, no pensaba que era fea", confesó a PEOPLE. "Solo pensaba que tenía una nariz enorme que odiaba", señaló.
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El cirujano plástico y otorrinolaringólogo Mark Ginsburg le hizo la operación. "No voy a borrar quien soy", dice Devyn, quien no borró sus fotos antes de la cirugía de sus redes sociales.
La diferencia en su rostro ha sido dramática, reconoce Devyn, quien trabaja en una oficina de abogados en Filadelfia.
Se cansó de las burlas y los comentarios sobre su nariz y decidió tomar acción. "Lo mantuve secreto y luego simplemente lo hice", recuerda sobre su cirugía, agradeciendo el apoyo de su familia.
La noche antes de la operación estaba tan nerviosa que vomitó y terminó durmiendo en el piso del baño. Su madre fue su gran aliada durante su recuperación.
Todo lo comparte
Desde su rinoplastia, Aiken, de 30 años, ha llenado su página de TikTok con videos donde habla del procedimiento, documenta su recuperación y compara su rostro a ambos lados de la operación.
Se ha consolidado como una influencer de la cirugía plástica, por así decirlo. Su sección de comentarios está llena de comentarios alentadores, preguntas de posibles candidatos a una rinoplastia y, por supuesto, los previsibles detractores que condenan su decisión.
"Lo documenté desde el primer día. Publiqué un video mientras aún estaba en la cama recuperándome", explica Aiken, reflexionando sobre su ascenso a la fama viral. "Pensé: 'Espera, esto podría ayudar a otras personas'. Solo quiero documentar todo sobre esta experiencia".
La asistente legal de Filadelfia no siente ninguna razón para ocultar su cirugía estética ni se avergüenza de hacérsela.
Este cambio tardó 29 años en gestarse, dice Aiken. Ha odiado su nariz toda su vida, aunque señala que creció notablemente durante su preadolescencia y adolescencia.
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