El 8 de enero de 2017, Nining Sunarsih, de 53 años, disfrutaba de unas vacaciones en Sukabumi, Java occidental, Indonesia, pero una gran ola sorprendió a la mujer y la arrastró al mar.
Ella estaba acompañada de sus hermanos y nietos, quienes aseguraron oír los gritos desesperados de la mujer; sin embargo, la potencia del oleaje los disuadió de intentar cualquier maniobra de rescate.
Tres días después se localizó en el océano el cuerpo de una mujer, pero a través de análisis de ADN, se estableció que no era la persona que buscaban.
Tras varias semanas de búsqueda, las autoridades dieron por canceladas las operaciones, ante la presunción de que estaría muerta y su cuerpo perdido en el océano.
La familia nunca se resignó a la idea de su muerte, pues nunca encontraron el cuerpo.
Un tío de Sunarish soñó con la desaparecida mujer: en el sueño ella le decía que la buscara en una playa cerca de donde se le vio por última vez.
El hombre no le puso atención al sueño, pero como este se volvió recurrente, decidió hablar con sus familiares.
El sábado 30 de junio la familia viajo a la playa y comenzó una búsqueda, la tarde del domingo la hallaron, inconsciente y cubierta de arena.
Sunarish vestía las mismas prendas que el día de su desaparición, un vestido floreado y calzado negro.
La familia llevó a la mujer a casa, donde la asearon e intentaron reanimarla, pero como “no se veía muy sana”, decidieron llevarla a un hospital.
Los médicos la asistieron y establecieron que sus signos vitales son estables, por lo que se espera una pronta recuperación.
Con información de RT