Un niño fue encontrado cubierto de sangre luego de que su teléfono móvil explotó repentinamente mientras lo cargaba en su casa en China.
Aparentemente, la explosión fue tan fuerte que Meng Jisu, de 12 años, perdió la conciencia, sufrió una amputación del dedo índice, además de perder el ojo derecho.
Jisu, de la provincia sureña china de Guangxi, tuvo que ser llevado a un hospital, para una operación de cinco horas y está siendo tratado en el hospital, según medios chinos.
El teléfono móvil en cuestión es un Hua Tang VT-V59, que se fabrica en China.
Las imágenes de rayos X mostraron los daños que sufrió en su mano derecha.
El niño tuvo que someterse a una cirugía de cinco horas durante la cual los médicos le quitaron el plástico de la mano y la cara; los médicos también realizaron un injerto de piel en su antebrazo derecho, y volvieron a colocar los vasos sanguíneos de su pulgar, dedo medio y dedo anular en su mano derecha.
Los médicos estimaron que un 98 por ciento de la mano de Jisu recuperaría su plena función en el futuro.
La madre del niño dijo que el teléfono móvil Hua Tang tenía alrededor de dos años, y se lo dio a su hijo después de comprarse un nuevo teléfono.
La empresa de telefonía móvil Hua Tang no respondió en relación con el incidente.
Con información de Daily Mail