La empresa biotecnológica Colossal Biosciences anunció la creación de lo que presenta como "lobos gigantes", una especie extinta hace 13 mil años, gracias a la edición genética. Sin embargo, los expertos aseguran que lo que han producido no es un lobo gigante reintroducido, sino un híbrido modificado del lobo gris (Canis lupus), con características superficiales alteradas.
Colossal dio a conocer tres lobos híbridos, llamados Rómulo, Remo y Khaleesi, creados mediante la alteración de 14 genes, para imitar aspectos físicos del lobo gigante, como su pelaje blanco y tupido y un tamaño superior. La compañía promocionó su trabajo como la "reactivación" de una especie extinta, lo que ha desatado una gran atención mediática. Sin embargo, la comunidad científica se muestra escéptica.
Según el doctor Antonio José Osuna Mascaró, experto en biología, estos animales son en realidad lobos grises modificados genéticamente.
Lo que han hecho es alterar algunos genes de lobos grises para cambiar su apariencia, no desextinguir una especie", afirma Osuna. Nic Rawlence, profesor de Zoología de la Universidad de Otago, refuerza esta idea al señalar que el ADN del lobo gigante no está lo suficientemente conservado como para permitir su clonación o revivificación real.
La desextinción, tal como la entienden los científicos, requiere clonar un animal a partir de material genético bien conservado, algo que no es posible en el caso del lobo gigante. Los científicos sostienen que los lobos creados por Colossal son un experimento de manipulación genética, no un verdadero retorno de una especie extinta.
Otras teorías de la desextinción de los lobos gigantes
No están desextinguiendo ninguna especie, sino que están tuneando una especie actual para que se asemeje en algunos rasgos físicos a una especie extinta", señala Gemma Marfany, catedrática de genética de la Universidad de Barcelona (UB).
La comunidad científica mantiene dudas sobre la capacidad de estos animales para comportarse como los lobos gigantes originales. Los lobos revividos no han sido criados en manadas ni en su hábitat natural, lo que limita el estudio de sus comportamientos ancestrales.
A pesar de esto, expertos como Beth Shapiro, directora científica de Colossal, siguen trabajando para entender mejor cómo la genética puede traer de vuelta especies perdidas.
Este éxito abre un nuevo capítulo en la biotecnología, pero también genera preguntas sobre el futuro de la biodiversidad y las implicaciones éticas de revivir especies extinguidas.
Se desconoce el propósito de la desextinción de esta especie
Lluis Montoliu, genetista del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) y experto en bioética, plantea una reflexión crucial sobre los experimentos de desextinción, como el llevado a cabo por Colossal Biosciences.
Para Montoliu, la empresa no ha explicado adecuadamente el propósito de estas investigaciones. "¿Queremos hacer un zoológico de criaturas imposibles? ¿Un parque temático de especies extintas?", se pregunta, sugiriendo que la resurrección de especies extintas podría ser más una atracción mediática que una solución científica real.
Además, el experto señala que traer animales extintos de vuelta a la vida en un entorno que no les es propio implica una enorme responsabilidad. La naturaleza y el ecosistema actuales son radicalmente diferentes a los de hace miles de años, lo que podría tener consecuencias impredecibles y potencialmente dañinas. Montoliu subraya que este tipo de avances no solo deben ser evaluados por su posible impacto científico, sino también por las implicaciones éticas y medioambientales de tratar de recrear seres vivos en condiciones para las que no están adaptados.
Con información de la revista Time.