Luego del desastre natural que afectó a Luisiana y Texas, Estados Unidos, millones de mosquitos e insectos comenzaron a aparecer debido al agua estancada y sucia que dejaron las inundaciones.
Funcionarios de salud advirtieron que el aumento en la población de mosquitos podría conducir a un alza de enfermedades transmitidas por estos.
El huracán Harvey azotó las costas de esos estados y a su paso dejó más de 50 fallecidos y daños que superan los 180 mil millones de dólares.