La aerolínea Air Berlin, que busca compradores desde el anuncio de su insolvencia, tuvo que anular decenas de vuelos este miércoles por segundo día consecutivo, debido al importante número de pilotos que pidió la baja por enfermedad.
“Más de 30 vuelos” tuvieron que ser anulados, declaró una portavoz de la compañía después de que 150 pilotos, de entre sus 1.500 empleados, se declararan enfermos.
Los vuelos con salida desde el aeropuerto Tegel de Berlín y de Dusseldorf (oeste) fueron los más afectados, añadió, recomendando a los pasajeros afectados que no “acudieran al aeropuerto”.
La víspera, miles de pasajeros sufrieron las consecuencias de esa acción de los pilotos, que provocó la anulación de 200 vuelos nacionales e internacionales el martes.
La filial de bajo coste de Lufthansa, Eurowings, que fleta aviones de Air Berlin, también sufrió perturbaciones en 35 vuelos.
Esa ola de bajas por enfermedad llega en un momento en que la aerolínea estudia las propuestas de posibles compradores, que tienen hasta el viernes para presentar sus ofertas.
El presidente de Air Berlin, Thomas Winkelmann, consideró el martes que los pilotos “jugaban con fuego” porque su movimiento hace perder a la compañía “millones de euros al día” en un momento en el que se decide su supervivencia.
Los pilotos de largo alcance de Air Berlin, los mejor pagados, temen ser los primeros afectados en las operaciones de saneamiento de las cuentas de la compañía, según la prensa.
En una conferencia de prensa, el ministro alemán de Transporte, Alexander Dobrindt, les exigió que cesen su “maniobra más bien arriesgada y contraproductiva en periodo de transición”.
La aerolínea berlinesa mantiene sus actividades gracias a un préstamo de 150 millones de euros concedido por el gobierno alemán.