La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, recibió un duro embate del mundo evangélico, que este miércoles declaró el “enfriamiento” de sus relaciones con la mandataria, en rechazo a reformas sociales como la aprobación del aborto terapéutico y la discusión sobre matrimonio homosexual.
Asistentes le gritaron “asesina” y “vergüenza nacional” a Bachelet cuando entraba a la Catedral Evangélica de Santiago, hasta dónde acudió el domingo para participar del “Te Deum” o ceremonia de acción de gracias que se desarrolla todos los años y a la que asisten las máximas autoridades del país.
Bachelet se retiró antes del fin de la ceremonia. Su gobierno calificó lo sucedido como una “falta de respeto” y señaló que se trató de un acto de campaña para favorecer al candidato derechista a la Presidencia, Sebastián Piñera, quien lidera la carrera para las elecciones del 19 de noviembre y que también estaba presente en la ceremonia, recibiendo cálidos aplausos.
“Hoy nos enfrentamos a un enfriamiento en las relaciones con el Gobierno, porque se ha faltado a la verdad”, dijo este miércoles el jefe de Comunicaciones del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas, Cristián Nieto, sobre las acusaciones de haber montado una operación política.
“Cuando se le falta el respeto a la Presidenta, se le falta el respeto a Chile”, criticó de su lado la portavoz oficial del Gobierno, Paula Narváez.
En la ceremonia del domingo y con Bachelet visiblemente incómoda, el pastor evangélico Eduardo Durán -candidato a diputado por la derecha- declaró: “Basta de aquellos servidores que visitan nuestros templos y que dicen defender nuestros valores y principios y que luego no solo nos ofenden tratándonos de prejuiciosos y de intolerantes, sino que promueven leyes que van en contra de todo lo que profesamos como cristianos”.
-Agenda valórica-
La tensión se da en medio del fortalecimiento de la llamada “agenda valórica” que impulsa Bachelet, que incluyó la reciente aprobación de la ley de aborto tras un tortuoso trámite en el Congreso y la promoción del matrimonio igualitario después de la entrada en vigencia el Acuerdo de Unión Civil que permite en enlace de parejas homosexuales.
Todo en el marco de la aceleración de los cambios sociales prometidos por Bachelet a seis meses de dejar el poder.
Con un deterioro de la influencia de la Iglesia Católica –que sigue, sin embargo, siendo alta en un país cuya población se declara en casi un 80% como adherente de esta religión- la Evangélica ha ido captando lentamente más adepto, sobre todo en los sectores más populares.
Hoy, las distintas corrientes evangélicas o protestantes representan en Chile la segunda religión mayoritaria del país, con un 16,4% de la población, de acuerdo a diversos sondeos.
Frente a esta creciente presencia, durante su primer Gobierno, Bachelet estableció el 31 de octubre de 2008 como feriado nacional en conmemoración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes.
El año pasado, en tanto, Bachelet aprobó la entrega de 5.000 millones de pesos (unos 8 millones de dólares) para financiar la remodelación de la misma Catedral que el domingo la recibió bajo el grito de “asesina”.
En su primer gobierno había recibido ya la furia de la Iglesia Católica al promover el uso de “la píldora del día después” entre adolescentes.