Un joven de 17 años acudió al hospital ya que sentía malestar y dolor, cuando los oftamologos lo evaluaron quedaron impactados con lo que vieron, un gusano alojado en el globo ocular que perforaba el iris.
El joven tenía tres semanas de quejarse del dolor y pérdida de visión en su ojo derecho, por lo que le realizaron unos exámenes, en la ciudad de México.
Los resultados mostraban una extraña luz en el globo ocular. Luego se fijaron en el área donde existía inflamación, sangre y varios agujeros alrededor del iris.
Este parásito era un gusano trematoda, que puede contraerse por el consumo o contacto con el agua contaminada.
Mediante una operación, le retiraron gusano al joven para alcanzar la córnea por donde el parásito había dejado su rastro en forma de coágulos de sangre.
https://youtu.be/uBM3RVA0ABg
Con información de Univisión