El silencio reina hoy en las redes sociales en Nueva Zelanda durante la votación en los comicios generales debido a las leyes que prohíben expresar opiniones políticas en la jornada electoral.
“Se prohíbe publicar o compartir cualquier mensaje que pueda, o tenga la intención, influir en qué candidato o partido debería votar o no una persona”, indica la Comisión Electoral en su página web.
Los colegios electorales, que abrieron a primera hora de la mañana, continuarán abiertos hasta las 19.00 hora local (07.00 GMT).
Cerca de la mitad de los 3,2 millones de neozelandeses llamados a votar emitieron sus papeletas con antelación, un número superior a citas anteriores, lo que demuestra el interés que suscitan este año las elecciones.
El gobernante Partido Nacional, liderado por Bill English, está en cabeza en la intención de voto, seguido de un pujante Partido Laboral, dirigido por la carismática Jacinda Ardern.
La media en las encuestas de los últimos días otorga al Partido Nacional, que gobierna desde 2008, el 45,1 % de los votos posibles y al Laborista (centro izquierda) el 37,2 %.
Asimismo, dos formaciones minoritarias pero claves en las alianzas son New Zealand First, con el 6,6 %, y el Partido Verde, con el 7,2 %, porcentajes que los colocan por encima del 5 % necesario para poder ocupar un escaño en el Parlamento, que elige al Gobierno.
Según ese pronóstico, 55 de los 120 escaños en liza corresponderían al Partido Nacional; 46, al Laborista; 9, al Verde y 8 al New Zealand First.
Uno de los principales temas de preocupación de la campaña electoral es el acceso a la vivienda dado que los precios han aumentado más de un 30 % los últimos tres años, de lo que se culpa en gran parte a los inversores extranjeros, especialmente los chinos.
Otros de los temas álgidos son la inmigración a raíz de la llegada de más de 70.000 personas por año, la reducción de los impuestos a la renta y a las ganancias de capital, los costes de la atención médica, mejoras en el transporte público y la contaminación de los ríos.
Fuente: EFE