En las favelas de Río de Janeiro, Brasil, continúa reinando la guerra protagonizada por grupos delincuenciales que mantienen en zozobra a la población.
La favela de Santa María, ubicada en el corazón de esta ciudad brasileña, llegó a ser pacificada en 2008. Sin embargo, los grupos de narcotraficantes retomaron el territorio, imperando el temor a los residentes.