Venezuela acusó este lunes a Estados Unidos de ejercer “terrorismo psicológico” para forzar un cambio de gobierno, tras ser incluida en una lista de países con restricciones para viajar a territorio estadounidense.
“Este tipo de listas (…) son incompatibles con el derecho internacional y constituyen en sí mismas una forma de terrorismo psicológico y político”, denunció la cancillería en un comunicado.
Añadió que la medida busca “ejercer presión sobre las instituciones del Estado venezolano y los pretendidos funcionarios públicos sancionados (…) para coaccionar o forzar un cambio en el gobierno venezolano”.
El decreto del presidente Donald Trump restringe el ingreso a Estados Unidos de funcionarios de una larga lista de entidades del gobierno venezolano y a sus familiares.
Según la Casa Blanca, Caracas ha adoptado los estándares impuestos por el Departamento de Seguridad Interna (DHS), pero “no coopera en la verificación de si sus ciudadanos representan una amenaza a la seguridad nacional o la seguridad pública”.
El gobierno de Nicolás Maduro tildó de “irracional” la sanción, que se suma a otras que prohíben transar nueva deuda pública emitida por el Estado o la petrolera PDVSA.
El Departamento del Tesoro ya había aplicado sanciones financieras al propio Maduro y a una veintena de funcionarios y excolaboradores, según ha dicho como una forma de presionar para que en el país petrolero se restablezca la democracia.
Esta medida forma parte de una “campaña de agresiones sistemática”, afirmó la cancillería, subrayando que la restricción de viajes “busca justificar la utilización de temas tan serios como la lucha contra el terrorismo, como un medio para alcanzar objetivos políticos”.
El gobierno venezolano advirtió que frente a ello podría tomar acciones “con arreglo al principio de reciprocidad”.