Las manifestaciones contra policías nacionales y guardias civiles en Cataluña se multiplicaron la noche del lunes al martes, frente a los hoteles donde se hospedaban e incluso comisarías, según sindicatos de policía y testigos.
La hostilidad en su contra ha ido en aumento desde la intervención policial, en algunos casos violenta, para impedir la realización el domingo pasado del referéndum de autodeterminación en la región española prohibido por la justicia.
A partir de las 23:00 horas del lunes (21:00 horas GMT), centenares de personas se concentraron delante de un hotel en Pineda de Mar, 70 km al norte de Barcelona, donde se alojaban unos 200 agentes de la Policía Nacional.
Según un empleado del hotel que habló con la AFP bajo anonimato, los manifestantes eran muy numerosos y tenían una actitud amenazante hacia la 01h30 de la mañana, al punto de que la policía catalana, los Mossos d’Esquadra, cortó las dos calles aledañas para proteger a los agentes.
En un correo al que tuvo acceso la AFP, la gerencia del hotel pide a los policías que abandonen el edificio antes de las 16h00 del martes.
En Barcelona, durante la noche, personas se concentraron frente a una sede de la Guardia Civil, constató la AFP.
Otras manifestaciones se produjeron delante de comisarías en varias ciudades catalanas, según el principal sindicato de la policía SUP.
“Fuera las fuerzas de ocupación”, se escuchaba en las concentraciones, donde también los periodistas de medios nacionales han sido abucheados.
“No he vivido una cosa similar nunca en ninguna parte, la integridad física de compañeros está siendo amenazada. Están siendo perseguidos, están huyendo de hotel en hotel, están como ratas escondiéndose”, declaró a la AFP un portavoz de la SUP, Ramón Cosío.
“La situación es muy grave”, acotó, al denunciar la falta de intervención del ministerio del Interior o las autoridades regionales. “Yo esta persecución no la he vivido nunca”, declaró, estimando que el Estado está en camino de perder “el control de la seguridad”.
De su lado, José Cobo, portavoz de la asociación española de Guardias Civiles, confirmó acosos contra esa fuerza del orden, con amenazas de la población y de los alcaldes independentistas.