¡A ver, a ver! Dicen por ahí que cuando de intimidad se trata, la creatividad debe ser un arma muy bien empleada. Cuando escuchamos las palabras: Perfume, colonia, fragancia, etc. regularmente lo relacionamos con el género femenino, pero en realidad los hombres pueden llegar a usar este recurso a su favor y con resultados increíbles en la cama.
El éxito de los perfumes consiste en su capacidad de personalizar y dejar un recuerdo etéreo de quien se lo aplica. Un buen perfume cambiará sutilmente dependiendo del tipo de piel que se tenga (con un pH más o menos ácido), lo que se haya comido o el entorno en el que se haya estado.
En el caso de los hombres, las fragancias más delicadas y que tocan y encienden los sentidos femeninos, son los compuestos con lo siguiente:
Cítricos: Son los que tienen un mayor porcentaje de componentes como la mandarina, el limón o la naranja.
Herbales: Aromas a hojas, tallos o árboles, se define como un olor a bosque, fresco y muy agradable.
Orientales: A base de especias como la vainilla, la pimienta y la canela. Suelen ser más adecuados para la noche.
Frutales: Aunque tienen un punto dulce no dejan de ser refrescantes (entre las notas más habituales se encuentra el melocotón, el albaricoque, los frutos del bosque e incluso el melón).
Amaderados: Son los que contienen notas de madera, musgo, incienso, ámbar o resinas.
Cuando se trata de impresionar a la mujer de sus sueños, los caballeros no deberán olvidar que detrás de un buen perfume debe haber un cuerpo limpio y fresco y un aliento agradable.