Una iglesia de Bruselas, Bélgica, estuvo cerca de cerrar sus puertas por falta de fieles, pero adoptó la tradición cervecera del país, y comenzó a fabricar su propia cerveza y la lanzó al mercado, para recaudar más fondos para una creciente congregación.
La Iglesia de Santa Catalina, se asoció con una cervecería local para crear Ste Kat’, una cerveza fuerte y afrutada que usa el nombre que afectuosamente le dan los locales a la iglesia.
“Podría decirse que es una imagen de la iglesia, que es efervescente, llena de vida”, dijo el sacerdote Jeremie Schaub, el cura católico que ayudó a crear la cerveza con la fábrica local Brussels Beer Project, una empresa emergente reciente.
La cerveza se venderá para financiar renovaciones de la estructura del Siglo XIX, que el ayuntamiento de la ciudad consideró derribar hace un par de años para construir un mercado o viviendas.
La bebida será vendida en una tienda de la iglesia y también estará disponible en restaurantes y cafés.
Ste Kat’ se basa en la tradición local de cervezas de abadías y cervezas trapenses, un proceso de fabricación basado en el tipo de levadura usada por monjes trapenses desde el Siglo XIX.
La cerveza tiene un sabor más exótico que el tradicional estilo belga.
Con un 7 por ciento de alcohol, es menos potente que algunos de sus competidores locales, pero más fuerte que las cervezas rubias internacionales.