Un preso acusado de matar a un guardia de prisión fue ejecutado en Texas este jueves luego de que la Corte Suprema estadounidense rechazara una apelación de última hora.
Robert Pruett, de 38 años, sostuvo que era inocente hasta el final en los sucesos que culminaron con la muerte por apuñalamiento del guardia de prisión Daniel Nagle en 1999.
Aunque varios compañeros de prisión declararon entonces en su contra, las pruebas materiales de que hubiese estado directamente involucrado en este asesinato nunca fueron concluyentes.
Fue ejecutado a las 18H46 locales (23H46 GMT), aproximadamente una hora después de que la Corte Suprema estadounidense desestimara su última apelación.
“He hecho daño a muchas personas y muchas personas me han hecho daño a mí”, dijo en su última declaración antes de ser ejecutado, de acuerdo a la transcripción entregada por el Departamento de Justicia Criminal de Texas.
“La vida no termina aquí, sigue para siempre. Tuve que aprender lecciones de la vida de una manera muy dura. Un día no habrá necesidad de hacerle daño a la gente”, añadió.
Pruett no vivió ni un solo día de su vida adulta fuera de una prisión. Tenía solo 15 años cuando fue arrestado por supuesta complicidad en un homicidio perpetrado por su padre.
Entonces fue sentenciado a 99 años tras las rejas, de acuerdo con una controvertida ley de Texas que imponía una sanción idéntica al principal autor de un homicidio y a sus cómplices.
Fuente: AFP