“Fue como cargar a un niño”, comentó la mujer.
Valiente australiana
La familia de esta mujer australiana suele nadar en la piscina natural que tienen en su casa. Sin embargo, un tiburón entró a ella y decidió tomar sus precauciones por sus propios medios.
“Mi madre se encontraba nadando en la piscina cuando se percató que había un tiburón. Me surmegí en el agua, lo cargue y lo arrojé a las aguas abiertas”, comentó Melissa Hatheier.
Los presentes habían llamado a las autoridades, que no sabían bien como reaccionar. Sin embargo, la hija de Hatheier, decidió grabar el momento.
El pez se trataba de un tiburón de Port Jackson que puede llegar a medir más de un metro y medio.
“Se estaba estresando con las piedras y solo pensé que necesitaba llevarlo al lugar donde debería estar”, relató. “Mientras mi mano esté cerca de sus aletas, no me iba a poder morder. Aunque no lo sujetaría de la cola”, señaló. “No lo hubiese hecho si fuese un tiburón blanco”.
https://youtu.be/MBvrwLJUm9s